viernes, 4 de julio de 2014

¿Cómo Nacen las Mejores Ideas, Aquellas que Transforman tu Vida?

Michael Gelb en su libro la inteligencia genial, nos cuenta que Leonardo Da Vinci siempre llevaba un cuaderno consigo para poder anotar sus ideas, sus impresiones y sus observaciones a medida que éstas ocurrían. Este proceso era de gran importancia para el genio, y es una herramienta de gran valor para producir ideas generadoras de valor.

Lo más indicado es que te consigas un cuaderno y lo lleves a todas partes, para que puedas escribir periódicamente en él, registrando tus preguntas, observaciones, percepciones, sueños y divagaciones. No hay que preocuparse por el orden o la lógica, se trata de anotar todo lo que se te ocurra. La pregunta es ¿qué escribir para sacar mejor provecho?

Michael Gelb sugiere las siguientes estrategias:

      1. Escribe una lista de cien preguntas importantes, en una sola sentada y de la manera más rápida posible. ¿Por qué cien preguntas? Las primeras veinte son lo primero que se te ocurre. En las siguientes treinta o cuarenta empiezan a surgir temas. Y en la última parte, podrías descubrir un material inesperado y profundo. Luego lee la lista y subraya los temas que han surgido sin recurrir a juicios de valor. Termina escogiendo las diez preguntas que te parezcan más significativas, y numéralas en orden de importancia.

     2. Escoge un tema que te guste, y formula al menos diez preguntas al respecto. Luego toma un tema de tu vida personal o profesional y haz el mismo ejercicio. No respondas ninguna pregunta, sólo escríbelas. Posteriormente, escribe tus pensamientos a lo largo del día, o tenlos en tu mente para escribirlos después. Trata siempre de hacer observaciones exactas y simples.

     3. Elige cualquier pregunta del ejercicio anterior y siéntate a solas con ella, dándole vueltas en la cabeza por un rato, como quien intenta contemplarla. Este es un ejercicio de gran valor sobre todo a la madrugada o al momento de acostarse. Si lo haces sinceramente, tu mente empezará a incubar percepciones en la noche.

      4. Complementa el ejercicio de contemplación retomando la pregunta y escribiendo sus respuestas, sin detenerte, a manera de un flujo de ideas continuo. Descansa un poco, lee lo escrito y resalta aquello que sea de mayor significado para ti. Esta es una herramienta excelente para solucionar problemas personales y profesionales.

Si afinamos nuestra habilidad para formular preguntas, superaremos el legado de la educación tradicional de producir la “respuesta correcta”, y ampliaremos nuestra capacidad de resolver problemas. Cuando te encuentres en este nivel, significa que habrás llegado a una etapa de no retorno: el aprendizaje continuo, el más importante.

Y con el nace una pregunta: ¿qué aprendería si pudiese aprender cualquier cosa? Aquí está la cuna de los pasatiempos, los sueños, los ideales. Y quienes se dedican con pasión a ellos, viven vidas más ricas, fecundas y satisfactorias. ¿Acaso no es este el secreto del éxito? ¿Tú que piensas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario