viernes, 20 de abril de 2012

Motivar para aprender

Mi apreciado compañero maestro, iniciamos este año 2012 con el corazón y la mente cargados de sueños por concretar, nuestras manos listas para emprender la acción y nuestras piernas preparadas, para abordar una larga caminada al lado de estas maravillosas personas, nuestros estudiantes, a quienes  tenemos el privilegio y el encargo divino de acompañar, apoyar y orientar.

Con la finalización del primer período, podemos decir que hemos caminado la primera de cuatro etapas, que parece un largo itinerario al momento de comenzar, pero que se pasa velozmente.

Estamos de acuerdo en que la misión más hermosa es la de ser maestro. Es una bendición del cielo tener la misma profesión del Maestro de maestros y la más alta dignidad a que puede aspirar un ser humano.

Un viejo amigo me decía, que es mejor la lluvia que cae gota a gota diariamente, que un fuerte chaparrón de vez en cuando. Recuerda que nuestra misión, nos impulsa a ofrecer un servicio educativo de calidad, mediante la formación integral de personas equilibradas en conocimientos y valores humanos.

En el transcurso de este período has podido percibir y conocer a este selecto grupo de niños, jóvenes y padres de familia, con ansias de aprender, crecer, formarse y ser partícipes del proceso, para hacer realidad nuestro lema “Mi lugar preferido para crecer" y formarse competentemente para la vida. Cada uno de ellos te trae nuevos retos, que te ayudarán a seguir creciendo, a motivar para aprender.

Quiero compartirte este “interesantísimo” artículo  especialmente reservado para ti, del cual espero saques mucho provecho con los chicos y lo uses para enriquecer tus tertulias con tus colegas.

Sigue el link y disfrútalo en la sección "Especial para Maestros", bajo el título "Motivar para aprender":




sábado, 7 de abril de 2012

LAO TSE y CONFUCIO

  Lao-Tsé 老子 570 a.C - 490 a.C
Quien conoce a los hombres es inteligente.
Quien se conoce a sí mismo es iluminado.
Quien vence a los otros posee fuerza.
Quien se vence a sí mismo es aún más fuerte.
Quien se conforma con lo que tiene es rico.
Quien obra con vigor posee voluntad.
Quien se mantiene donde encontró su hogar, perdura largamente.
Morir y no perecer, es la verdadera longevidad.
Un viaje de mil millas comienza con el primer paso.
El hombre realmente culto no se avergüenza de hacer preguntas a los menos instruidos.
Quien conoce su ignorancia revela la más profunda sabiduría.
Quien ignora su ignorancia vive en la más profunda ilusión.
Paga el mal con el bien, porque el amor es victorioso en el ataque e invulnerable en la defensa.
El alma no tiene secreto que el comportamiento no revele.
El sabio se distingue sin exhibirse. Renuncia a sí mismo y jamás será olvidado.
Quien quiere humillar a alguien, debe primero engrandecerlo.
Cuando me despojo de lo que soy, me torno en lo que podría ser.
Para ganar conocimiento, agrega algo todos los días. Para ganar sabiduría, elimina algo todos los días.
Las grandes realizaciones son posibles cuando se da importancia a los pequeños comienzos. 
El corazón del hombre puede estar deprimido o alterado. En cualquiera de los dos casos el resultado puede ser fatal.
Reacciona inteligentemente aún frente a un trato no inteligente.
Todo deseo incómodo e inquieto se disuelve en el amor a la verdadera filosofía.
La liberación del deseo conduce a la paz interior.
Es fácil borrar las huellas: difícil es caminar sin pisar el suelo.
Confucio 孔夫子 551 a. C. - 479 a. 

Cuando tenía 15 años, puse mi corazón en el aprendizaje; a los 30, estaba firmemente establecido; a los 40 no tenía más dudas; a los 50 sabía el designio del Cielo; a los 60 estaba dispuesto a escucharlo; a los 70 podía seguir lo que mi corazón me indicaba sin transgredir lo que es correcto.


El sabio teme al cielo sereno; porque, cuando viene la tempestad, él camina sobre las olas y desafía el viento.


El hombre de bien exige todo de sí mismo; el hombre mediocre espera todo de los otros.


Elije un trabajo que ames y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida.


Lo que oigo, olvido. Lo que veo, recuerdo. Lo que hago, aprendo.


Saber qué es lo correcto y no hacerlo, es la peor cobardía.


La naturaleza de los hombres es la misma, sólo sus hábitos los separan.


No sólo son las hierbas las que sofocan al grano, sino la negligencia del cultivador.


No procuro saber las respuestas, procuro comprender las preguntas.



Cuando veas a un hombre bueno, intenta imitarlo; cuando veas a un hombre malo, examínate a tí mismo.


La música genera un tipo de placer del cual la naturaleza humana no puede prescindir.


El ser humano tiene la perversa tendencia de transformar lo que le es prohibido en tentación.


Si examinamos los errores de un hombre, conocemos su carácter.


¿Me preguntas por qué compro arroz y flores


Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir.


Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad.