viernes, 22 de abril de 2011

¿Qué significa cuidar de las personas que son importantes para mí? (3)

En nuestro anterior encuentro iniciamos un importante recorrido acerca de 8 principios fundamentales, a manera de itinerario a seguir, y que son muy importantes en el proceso de cuidar a las personas que son importantes para tí.

El primer principio se refiere al "dar tiempo", y podemos resumirlo si tenemos siempre presente que EL TIEMPO PASADO CON LOS TUYOS ES UNA INVERSIÓN, no lo desperdicies en discusiones con o sin sentido.

Ahora vamos a hablar del segundo principio CREER... en tu hijo(a), ... en tu pareja, ... en tu gente. Al respecto podríamos decir muchas cosas relacionadas con la importancia que tiene creer en los demás, y no pasaría de ser un mero discurso. Cuando se trata de "creer en otro que no sea yo", y es fácil decirlo incluso en público, el mejor termómetro es el otro, porque ese otro, cualquiera que sea, puede por instinto sentir si creemos realmente en él o no. De manera que es un buen antídoto contra las mentiras que nos decimos a nosotros mismos, y las repetimos a los demás.

El proceso de CREER en el otro pasa por un ejercicio de humildad que consiste en saber que uno, como persona, no puede ver como son los demás. Si esto es cierto, sin duda alguna, entonces como líder te corresponde ver en que se puede llegar a convertir tu hijo(a), tu pareja. ¿Cómo? Animándolo a crecer en esa dirección y creyendo que será capaz de lograrlo.

En este principio se aplica indefectiblemente el efecto Pygmalion que afirma que las personas se convierten en lo que uno cree de ellas, y en términos de crecimiento es válido decir que las personas crecen siempre hacia las expectativas del líder, no hacia sus críticas o evaluaciones.

Es una herramienta muy poderosa de influencia en los demás, saber que las expectativas promueven el progreso. ¿Qué expectativas tienes respecto de tu pareja, de tu hijo, de tu gente?

Si lo quieres junto a tí, tienes que ganar su corazón al creer en él.

CREER en el otro no es simplemente cuestión de afirmarlo, no sirve de nada, es un asunto de mayor peso; los demás saben si tú crees en ellos y trabajarán hombro a hombro junto a tí, si has ganado su corazón. Entonces vale la pena creer en tu hijo(a), en tu pareja, o no?

Hasta pronto, en donde hablaremos del tercer principio "3. Brindar ánimo". Mientras eso sucede, te deseo lo mejor.