miércoles, 29 de mayo de 2013

CARTAS PARA TI, MAESTRO


        Estimado maestro, estimada maestra.
        Siendo niño tuve la fortuna de contar con maestros que sembraron en mi vida el amor por el conocimiento a partir de la lectura y de la escritura; y sin proponérselo, creo yo, me apasionaron por la palabra, desde entonces comencé a dibujar, a escribir, a leer la realidad y a interpretar situaciones. Luego vinieron otros maestros que me enseñaron a escuchar, a contemplar, a meditar y a celebrar la vida con sencillez y desde lo que somos.
        Ha sido costumbre en el Colegio, por muchos años y cuando llegan las vacaciones, la de brindarle a los padres de familia un mensaje con motivo de la llegada de sus hijos a casa, quienes por unas semanas no tendrán el compromiso de tener que madrugar al otro día para retornar al colegio.
        Quisiera crear otra costumbre, la de ofrecerle a las personas más importantes del mundo, mis maestros y maestras, algo que he llamado “Cartas para Ti, Maestro”. En verdad, tú eres la persona más importante del mundo, porque eres Maestro. Sabías que en la milenaria cultura japonesa, el único profesional que está exento de hacerle reverencia al Emperador es el Maestro?; una clara señal de la importancia que el imperio del sol naciente le da a la persona del Maestro.
        A nivel mundial, en todos los países más desarrollados en educación, es incontestable que la figura del Maestro es sagrada. Y ahora que Colombia está haciendo fila para pertenecer al exclusivo grupo de los países más desarrollados del mundo, agrupados en la OCDE, mi sueño es éste: que tú Maestro seas reconocido por tu vocación de servicio consistente en engendrar en la vida de tus estudiantes el AMOR POR EL CONOCIMIENTO. Este es el servicio más grande que un país puede prestar a sus ciudadanos.
        Tú Maestro eres una joya muy valiosa. Jamás te rindas, confía, “sé valiente, ten ánimo y espera en el Señor” Sal. 26, 14.