miércoles, 7 de diciembre de 2011

¿Qué significa cuidar de las personas que son importantes para tí?

Palabras de Clausura PYP - Christmas Show 2011

Si te diste cuenta en el transcurso de este año me di a la tarea, a través del blog de la rectoría, de invitarte mensualmente a reflexionar acerca de ¿qué significa cuidar de las personas que son importantes para tí? Espero que hayas leído, disfrutado, debatido en familia, y porque no, puesto en práctica.

Hoy daré la lección final del año haciendo síntesis sobre lo que significa “Cuidar a las personas que son importantes para ti”.

Lo primero es “Mostrar Transparencia”. Un líder es alguien transparente. Es decir, alguien que "reconoce los errores", "aprende de ellos" y "lucha día a día por corregirlos". Tú como líder de tu hijo, tienes la responsabilidad de ser transparente.

¿Qué puedes hacer para lograrlo? Tres cosas: Obsérvate a ti mismo, empéñate sin descanso en la tarea de ser mejor y sentirte realizado, interésate permanentemente en mejorar la experiencia emocional de los demás.

Lo segundo es “Darle tiempo a tu hijo”. Nadie duda que el tiempo es valioso, pero EL TIEMPO PASADO CON TU HIJO ES UNA INVERSIÓN. Por eso al cultivar al líder que hay en tu hijo es vital mantener una actitud de entrega. Cuando tú TE DAS como líder de tu hijo, de tus estudiantes, de los seres que amas te beneficias a ti mismo, tu equipo de trabajo, tu familia y quien recibe. Ese es el camino para alcanzar el éxito verdadero, VIVIR PARA LOS DEMÁS.

Lo tercero es “Creer”. Tu tarea es ver en qué se puede llegar a convertir tu hijo. ¿Cómo? Animándolo a crecer en esa dirección y creyendo que será capaz de lograrlo.

Las personas se convierten en lo que uno cree de ellas, y en términos de crecimiento es válido decir que las personas crecen siempre hacia las expectativas del líder, no hacia sus críticas o evaluaciones. Es una herramienta muy poderosa de influencia en los demás, saber que las expectativas promueven el progreso. ¿Qué expectativas tienes respecto de tu hijo, de tu pareja?

Lo cuarto es “Brindar Ánimo”. Animar a tu hijo le ayuda a alcanzar su potencial y le da gran energía para seguir adelante cuando comete algún error, nos dice John Maxwell.

Reafirmar positivamente a las personas, agradecer el trabajo, elogiar a quien ve uno que mejora es de gran valor. Poner esto en práctica con las personas, es similar a encontrar una veta de oro y dedicarse a explotarla, lo que significa, sacar lo mejor de cada persona.

Apreciar a los demás por lo que son y por lo que hacen tiene mucho más valor que el dinero. Y se cuidadoso de no recompensar a quien no lo merezca.

Lo quinto es “Mantener en Alto la Esperanza”. Éste es un poder que está en tus manos y un deber de darla a tu hijo, en aquel instante en que no pueda sacarla de sí mismo.

Es el más importante de todos los trabajos que puedas tener en tu vida. Tú puedes tener esperanza, si mantienes la actitud debida, decía Marshall Foch: "No hay situaciones sin esperanza, hay sólo hombres desesperanzados que han crecido alrededor de ellas".

En la medida en que tu hijo tenga esperanza, continuará luchando, actuando como si fuera invencible aunque sepa que no lo es, nadie nota la diferencia.

Si en serio quieres mantener la esperanza, observa el potencial en cada situación y PERMANECE POSITIVO a pesar de las circunstancias.

Lo sexto es “Añadir Importancia a lo que hacemos”. Tú como yo cuando hacemos un trabajo importante queremos sentir que lo hemos logrado, que hemos cumplido, que hemos influido en otros, porque deseamos la "excelencia".

Tu tarea como líder de tu hijo es agregarle importancia. Pregúntate cada día ¿qué quieres? Acaso será la sobrevivencia, o el será el éxito, o quieres la importancia. Como afirma John Maxwell, los mejores líderes desean importancia y emplean su tiempo y energía en la persecución de sus sueños.

Entonces identifica y busca tu sueño. Hazlo personal, alcanzable, perceptible, visible y extensible. Seguro que si quieres ser importante y lo deseas, ese deseo te puede impulsar a dar lo mejor de ti cada día. Y a enriquecer la vida de quienes te rodean.

Lo séptimo es “Proporcionar Seguridad”. Si tú quieres ser un líder debes estar en posición de proveer a tu hijo un ambiente de seguridad en el que pueda crecer y desarrollarse. Para lograrlo necesitas "Crear Condiciones" que le permitan enfrentar sus miedos, dejar a un lado el afán de querer controlarlo todo. 

Entonces empezarás a descubrir que tu hijo no es tan frágil como parece, que es capaz de tomar riesgos, que tratará de sobresalir, buscará triunfar y abrirse a nuevos horizontes. Nada más hermoso que aventurarse por este camino que lo llevará a convertirse en lo que piensa que es.

Finalmente, “Establece un Sistema de Apoyo” para tu hijo e increméntalo sólo si crece y obtiene buenos resultados. ¿Qué tipo de apoyo necesita tu hijo? Emocional. Lo logras si creas una atmósfera de “sí, tú puedes”. Invierte dinero en tu hijo, esto siempre rinde los mejores beneficios a tu inversión. El colegio te brinda opciones, tómalas como inversión y ofrécele las herramientas adecuadas desde el principio.

Si trabajas en casa con un sistema de ayuda tendrás el ambiente y las herramientas para triunfar, y crearás un ambiente cooperativo.

Ahora por favor ponte de pie frente a frente con tu compañero de al lado. Dibuja una línea imaginaria en el piso en medio de los dos. Sin usar la fuerza, consigue que la otra persona atraviese la línea.

Reconoce la importancia de la ayuda mutua. Esta es la clave para tu éxito.

viernes, 11 de noviembre de 2011

¿Qué significa cuidar de las personas que son importantes para mí? (7)

Hoy hablaremos de "Proporcionar Seguridad". Resulta paradójico teniendo en cuenta que la gente actualmente se mueve más que nunca en un océano de incertidumbre, que se alimenta con la carencia de información. Este escenario puede empeorar si tú caes en la posición de concentrarte en tus miedos; entonces, si ello sucede, ya no creces, te paralizas.

¿Cómo llega uno a concentrarse en sus miedos? Por el afán de querer controlarlo todo. Hay un libro muy bueno que te recomiendo, se llama "Descontrólate", de Xavier. Lo curioso de caer en este círculo laberíntico, es que no te das cuenta de que estás siendo gobernado por el miedo, porque estás obsesionado con tus temores, y por tanto, a espaldas de tus sueños.

Si tú quieres ser un líder debes estar en posición de proveer a los tuyos un ambiente de seguridad en el que puedan crecer y desarrollarse. Para lograrlo necesitas "Crear Condiciones", ayudar a tu hijo(a) a construir su propia malla de valores. Ten en cuenta que estoy hablando de valores no de caprichos, disfrazados de nuevos valores.

¿Cómo podrás saber si estás haciendo bien la tarea de "Proporcionar Seguridad"? Es simple, notarás que tu hijo estará más ansioso de tomar riesgos, tratará de sobresalir, buscará triunfar y abrirse a nuevos horizontes. Tienes que estar atento a su lenguaje, no solo el corporal, también el lenguaje no-verbal. Si adicionalmente eres un líder grandioso, tu hijo se sentirá más grande de lo que es; y  muy pronto, también empezará a pensar, a actuar, y porque no, a producir mejor de lo es, lo que lo llevará a convertirse en lo que piensa que es.

Henry Ford dijo en algún momento que "uno de los grandes descubrimientos que hace un hombre, una de sus grandes sorpresas, es darse cuenta de que puede hacer lo que temía que no podía hacer".

Ten cuidado con confundir "Proporcionar Seguridad" con "Sobreproteger". Lo peor que le puede suceder a un hijo es que lo sobreprotejan, si lo haces corres el riesgo enorme de frenar su potencial y hacer de él una persona insegura e incapaz que  no se atreve a nada, porque no te ha pedido permiso.

Nos vemos en una próxima ocasión. Proporciona Seguridad a los tuyos, creando un ambiente adecuado en el que les permitas ser y asumir las consecuencias de sus actos. Hasta la vista.

jueves, 10 de noviembre de 2011

¿Avestruz, Bombero, Cazador o Creador de Realidades?

Discurso de despedida a PROM 2011


Ha llegado el momento de la partida y de la lección final.

Hoy estás viviendo uno de los momentos más maravillosos que puede experimentar un ser humano: el de tomar las riendas de su vida y hacerse responsable de sus decisiones.

¿Quién de ustedes no quisiera tener una personalidad encantadora? El camino único para alcanzar esta dicha es comprender que NADA consiste en TENER, TODO consiste en SER. Tener implica peso, y lo pesado se duerme en las honduras, en tanto que lo liviano se eleva radiante hacia el infinito.


Grado 11º es un año de corte que marcará tu existencia para siempre. Habrás experimentado sentimientos encontrados acerca de qué quieres hacer con tu vida, han pasado por tu mente infinidad de preguntas relacionadas con ¿qué estudiar?, ¿dónde?, ¿será lo mejor para mí?, ¿acertaré?

Todos te dicen que ya no eres un niño, que tienes edad para decidir qué quieres hacer con tu vida. Y entonces, de un momento a otro eres más protagonista de tu vida, que nunca antes lo habías sido. ¡Qué gran responsabilidad! Te preguntas si estarás preparado, si ha sido suficiente,… quieres salir volando y tu mente se llena de recuerdos, que normalmente hacen brotar de ti una sonrisa, sientes cosquillas en el estómago, porque el mundo de la seguridad que te dio el colegio ha quedado atrás, y la incertidumbre toca con fuerza a las puertas de tu vida, sembrándola de dudas.


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viernes, 28 de octubre de 2011

EL COLEGIO QUE ESTAMOS CREANDO

El 31 de octubre celebramos como colegio nuestro aniversario. Este año cumplimos 43 años de estar educando a los niños y a los jóvenes de Bogotá y de muchas partes de Colombia y del mundo, en dos principios fundamentales: ser excelentes seres humanos y ser hombres y mujeres con firmes creencias y principios.



martes, 27 de septiembre de 2011

¿Qué significa cuidar de las personas que son importantes para mí? (6)

El fin de semana anterior tuvimos la grata experiencia de participar en nuestro primer Modelo de Naciones Unidas titulado SACMUN VIII, que se desarrolló en la Universidad del Rosario. Quiero felicitar a Nelson Salazar, nuestro Sponsor, quien realizó un trabajo destacado con nuestros estudiantes: Alejandra Calderón, Daniela Rodríguez, Henry Herrera, Daniel Cárdenas, Nikol Hernández, Nicolás Torres, Natalia Fonseca, Andrés Toquica, Daniela Monroy, César Borrero y Leonardo Pulido. A ustedes los quiero felicitar por haber aceptado el reto de "añadir importancia" a lo que día a día hace cada uno.

De esto precisamente quiero hablarte en esta ocasión, de gastar el tiempo haciendo un trabajo importante. Lo ilustraré con un ejemplo que es lo totalmente opuesto al "añadir importancia a lo que hago". El sábado 24 salí de la Universidad a las 4:20 p.m. y estaba cayendo en el centro de Bogotá un verdadero palo de agua, crucé corriendo la plazoleta del Rosario con dirección a la estación "Museo del Oro". Entré por el costado más cercano, el oriental, preciso el que no tiene venta de tarjetas, sino solo servicio de recarga; debo advertir que al no ser usuario frecuente de Transmilenio, no llevo conmigo tarjeta para abordar el servicio.

Para poder adquirir la tarjeta de ingreso tenía dos opciones. La peor era salir al chubasco de agua y entrar por el otro lado de la estación, el costado occidental; y la mejor, que fue la que preferí para no mojarme, tratar de persuadir a uno de los funcionarios de Transmilenio, los que visten chaqueta color café, y a quien llamaremos Angel, sólo por Angelcom, la compañía que presta el servicio de venta de tiquetes, para que me permitiera ingresar, ir por dentro de la estación hasta el otro lado (sólo mide unos 50 ó 60 metros) y comprar el tiquete. El funcionario, "Angel", encontró todo tipo de trabas a esta posibilidad que yo le planteaba diciéndome: que debía pagar inmediatamente antes de entrar, si recuerdas, no había como hacerlo por ese lado de la estación; que esperara a que escampara y saliera a dar la vuelta a la estación; que tampoco podía él o su compañera funcionaria, "Angelita", que estaba al lado de él, hacerme el favor de acompañarme hasta el otro lado para comprar la tarjeta; ni mucho menos pensar en que él me hiciera el favor de comprarla mientras yo lo esperaba. "Angel" no encontró ninguna opción viable, la verdad es que tampoco le importó ofrecer a un cliente una solución, sino que prefirió enfocarse en los obstáculos, los problemas. Mientras me llenaba de la paciencia del Santo Job, para no embejucarme, le expliqué una de las grandes diferencias entre el pensamiento occidental (el nuestro) y el oriental, diciéndole que en donde nosotros, los occidentales, vemos problemas, ellos, los orientales, ven oportunidades.

Nada valió, ni la paciencia, ni los argumentos, ni las alternativas,... nada que no fuera entrar por el otro lado donde sí podía adquirir el tiquete, ya sea que tuviera que mojarme o esperar a que escampara.

Con este detallado ejemplo, quise mostrarte precisamente lo que NO hay que hacer para "añadir importancia". Al final, me tocó hacerle señas a un policía bachiller que vi al otro lado de la estación para que me ayudara comprando el pasaje, y efectivamente lo hizo, qué buen espíritu de servicio.

Es claro que las personas quieren realizar trabajos importantes, y cuando eso no sucede, encontramos "Ángeles" o "Angelitas", que nos dan una clara muestra de lo que hace una persona, cuando considera que su trabajo no es importante.

Y ahora te pregunto, ¿qué es más importante?: ¿destacarte por prestar un servicio a una persona aunque tengas que ajustar el procedimiento para lograrlo? o ¿desatender y desoír a la persona que te solicita, y que se las arregle como pueda, con tal de que no te saquen de la zona de comodidad a la que estás acostumbrado?

Tú como yo cuando hacemos un trabajo importante queremos sentir que lo hemos logrado, que hemos cumplido, que hemos influido en otros, porque deseamos la "excelencia". Cuando nuestros muchachos dijeron que sí a participar en el Modelo de Naciones Unidas lo hicieron porque anhelaban hacer algo importante, porque querían crear un impacto, sobresalir, destacarse por algo que valiera la pena. Las personas quieren importancia.

Tu tarea como líder de tu vida, de tus hijos, de tu familia, de quienes diriges es agregarles importancia. Para hacerlo, hay muchas maneras, una de ellas es hacerlos parte de algo que valga la pena. Y aquí quiero contarte otra historia, que me ha pasado recientemente.

La persona de quien te voy a hablar es Rafael un gran amigo. En abril nos invitó a un grupo de muy buenos amigos a entrenarnos para correr en la Media Maratón de Bogotá 2011. Debo confesarte que a mí nunca me ha gustado correr, siempre he preferido otros deportes; sin embargo, él nos hizo ver no solo las ventajas para la salud, sino la gran satisfacción personal de participar en una maratón, de sentirse animado por la gente, de sentirse capaz de lograr llegar a la meta, de cruzar la meta. Nos emocionó tanto querer vivir y sentir todo ello, que nos pusimos juiciosos a entrenar, y desde abril a la fecha seguimos corriendo todos los martes y jueves por la noche y los sábados temprano. A lo largo de este tiempo hemos corrido la Media Maratón de Bogotá, la Carrera Atlética Internacional Ciudad de Soacha, incluso nuestras esposas empezaron a entrenar al ver nuestra continuidad y corrieron el domingo pasado "La Carrera de la Mujer". En octubre correremos juntos la "Nike We Run 2011". Lo que empezó como un prepararnos para la Media Maratón se convirtió en el deseo de correr todo el Calendario Atlético, corriendo carreras cada vez más exigentes.

En el largo o corto caminar por la vida, haz encontrado demasiadas personas que se contentan con demasiado poco, caen en la zona de comodidad y permanecen allí en vez de perseguir metas de importancia. Tú que eres líder, no puedes darte el lujo de hacer eso. Pregúntate cada día ¿qué quieres? Acaso será la sobrevivencia, o el será el éxito, o quieres la importancia. Como afirma John Maxwell, los mejores líderes desean importancia y emplean su tiempo y energía en la persecución de sus sueños.

Te propongo un ejercicio mental planteado por Moishe Rosen para ayudarte a identificar tu sueño. Llena estos espacios:                                               

Si yo tuviera _________________________________,
Haría ______________________.

La respuesta al ¿qué haría? es tu sueño. Si trabajas en tu sueño añadirás importancia a tu vida.

Identifica y busca tu sueño. Hazlo personal, alcanzable, perceptible, visible y extensible. Seguro que si quieres ser importante y lo deseas, ese deseo te puede impulsar a dar lo mejor de ti cada día. Y a enriquecer la vida de quienes te rodean.

Mientras nos volvamos a encontrar ¡dedícate a añadir importancia!