En el campo de la
educación es fácil encontrarse con proyectos que nacen de la puesta en escena
de actividades muy buenas, que han sido desarrolladas por otras personas, o por
uno mismo en otros escenarios. Sin embargo, este tipo de proyectos corresponden
más a un listado de actividades organizadas dentro de un cronograma que a un
verdadero proyecto.
Los
proyectos nacen de un proceso que primero es divergente, y luego se vuelve
convergente. La divergencia consiste en una etapa de apertura mental, para
acoger y generar ideas de investigación. Esas ideas provienen de dos tipos de
pensamiento: el pensamiento racional y el pensamiento creativo. Y se requieren ambos. La convergencia consiste en la fase de refinación
de las ideas para elegir la mejor, la que más te gusta y la que más te
convence. Al respecto Saunders et al., (2012) nos proponen un interesante camino a seguir:
Cuando
utilizamos el pensamiento racional podemos aplicar varias técnicas que nos
pueden ser útiles en el proceso de generación de ideas, por ejemplo, comienza:
a.
examinando tus propias fortalezas e
intereses.
b.
luego examina dentro de la institución en
la que trabajas los intereses que tienen tus compañeros de trabajo.
c.
después, podrías mirar qué proyectos se
han desarrollado previamente, de allí pueden salir nuevas ideas.
d.
si quieres seguir avanzando, discute esas
ideas con otras personas, pues ellas pueden ser fuentes de posibles proyectos.
e.
cuando tengas algo medianamente claro,
entonces entra a buscar en la literatura escrita sobre la idea de investigación
en la que estás interesado; para ello puedes utilizar artículos académicos,
journals profesionales, reportes y libros recientes. Comienza por mirar qué es
lo más reciente que se ha escrito al respecto de tu idea, con el objeto de
refinarla.
f.
finaliza esta primera etapa, escaneando
los medios de comunicación, pues las noticias pueden ser una rica fuente de
ideas.
Luego
te recomiendo utilizar el pensamiento creativo:
a.
comienza por seguir el ejemplo de Leonardo
Da Vinci, y mantén junto a ti un cuaderno de ideas. Y cada vez te llegue un
flash inspirador, en cualquier momento del día, regístralo en tu cuaderno.
b.
explora tus preferencias personales a
partir de proyectos pasados en los que participaste, recordando lo que te
gustaba o atraía de ellos. También recuerda aquellos proyectos que no te
gustaron, e identifica a qué se debió, y por qué salió mal.
c.
explora qué tan importante puede ser la
idea de investigación para el mundo de los negocios. Este ejercicio puedes
hacerlo a través de internet.
d.
incorpora técnicas como los mapas
mentales, en donde inicias con un concepto amplio, que es tu idea de
investigación, y luego, a partir de este tronco, generas varias ramas, y en
cada una de ellas escribes nuevos temas con los que podría estar relacionada tu
idea; y finalmente, de cada rama sacas sub-ramas con más ideas, hasta formar un
gran árbol de ideas.
e. finaliza con una lluvia de ideas. Esta es una técnica de
solución de problemas que puedes utilizar para refinar tu idea de
investigación. Para realizarla, invita a un grupo de personas a las que les
presentas el problema que quieres investigar resumido en una frase, y luego les
pides que escriban todas las sugerencias que deseen relacionadas con el
problema, tú papel únicamente consiste en recogerlas sin criticarlas, todas las
ideas son válidas; luego revisas las sugerencias y las analizas, finalmente
eliges las que más te interesan y por qué.
Por último, busca rodearte de personas en las que percibas pasión por hacer algo más y dejar huella
Por último, busca rodearte de personas en las que percibas pasión por hacer algo más y dejar huella