Esta mañana
tuve el placer de compartir unos minutos con los niños y niñas de grado tercero
de primaria; aproveché ese tiempo para conocerlos un poco, aprenderme sus
nombres, interesarme en lo que cada uno se encontraba haciendo, e intentar ser
cercano; entonces pasé por cada uno de sus puestos, y a cada quien le dirigí unas
palabras. Posteriormente,
les propuse un reto conocido por mucha gente: unir 9 puntos con cuatro líneas y
sin levantar el marcador.
Indistintamente fueron pasando al tablero
uno y otro niño, intentando resolverlo, unos pocos no pasaron, era voluntario. Cada
quien llegaba emocionado diciendo ya sé cómo es, y acto seguido realizaba su
intento de unir los nueve puntos con las cuatro líneas, ninguno lo logró; vale
la pena destacar que al menos tres o cuatro niños, regresaron en varias
oportunidades a intentarlo sin lograr resolverlo.
Luego me preguntaron y tú sabes cuál es la solución; les dije que sí, y lo resolví. Para finalizar, les pregunté ¿qué aprendieron de este ejercicio? Muchos me dijeron “que hay que
salirse”.
Iniciando las clases de la tarde regresé nuevamente con los chicos del grado tercero por un par de minutos, recordé el nombre de cada uno, le conté a la profesora lo que habíamos realizado esta mañana, y les volví a preguntar ¿y qué aprendimos del ejercicio? con el objetivo de saber si se había fijado algún aprendizaje. La respuesta que me dio Manuela me fascinó, y te la quiero compartir: “Para encontrar respuestas a los problemas, hay que salirse de las soluciones comunes.”
Iniciando las clases de la tarde regresé nuevamente con los chicos del grado tercero por un par de minutos, recordé el nombre de cada uno, le conté a la profesora lo que habíamos realizado esta mañana, y les volví a preguntar ¿y qué aprendimos del ejercicio? con el objetivo de saber si se había fijado algún aprendizaje. La respuesta que me dio Manuela me fascinó, y te la quiero compartir: “Para encontrar respuestas a los problemas, hay que salirse de las soluciones comunes.”
Una vez más:
“Para encontrar respuestas a los problemas, hay que salirse de las soluciones
comunes.”
Otra vez: “Para
encontrar respuestas a los problemas, hay que salirse de las soluciones comunes.”
Esta frase me puso a pensar muchísimo. Nuestras formas tradicionales de resolver los problemas en casa con nuestra esposa, con nuestros hijos, en el trabajo y en el estudio, no nos sirven para encontrar las soluciones que necesitamos.
Seguro conoces los problemas que tienes con tu pareja, tus hijos o compañeros. Si aún sigues sin resolverlos y sigues girando en torno a ellos, es porque sigues dándole soluciones comunes.
Manuela con su maravillosa frase: “para encontrar respuestas a los problemas, hay que salirse de las soluciones comunes,” nos está diciendo, nos está diciendo que necesitamos altas dosis de creatividad y de desarrollo del pensamiento creativo.
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