viernes, 6 de diciembre de 2013

NELSON MANDELA

MADIBA.

El mundo recuerda hoy a un pro-hombre Nelson Mandela (1918-2013). Uno de los más grandes legados que nos ha dejado Mandela es el de ¿quién es un líder? Con su vida demostró que un líder es alguien para quien el "nosotros" es lo primordial.

Desde mis años adolescentes oí hablar de Mandela y lo admiré. Precisamente, hace pocos días cayó en mis manos una revista publicada por la Personería de Bogotá, y quiero destacar varias ideas-fuerza que marcaron su vida.

"Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma".
"Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo".
"Porque ser libre no es solamente soltar las propias cadenas. Sino vivir en una forma en que se respete y mejore la libertad de los demás".
"He luchado contra el dominio blanco y he luchado contra el dominio negro. He abrigado el ideal de una sociedad democrática y libre en la que todas las personas vivan juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que vivir y que espero ver realizado. Por si fuera necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir".
"La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar al mundo".
"Aprendí que el coraje no era la ausencia de miedo: sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo sino aquel que conquista ese miedo".
"El deporte puede crear la esperanza donde antes sólo había desesperación. Es más poderoso que los gobiernos para quebrar las barreras raciales. El deporte puede cambiar el mundo".
"Si yo tuviera el tiempo en mis manos haría lo mismo otra vez. Lo mismo que haría cualquier hombre que se atreva a llamarse a sí mismo hombre".
"Cuando un líder se pone al frente, no puede dejar que sus compañeros se queden rezagados".
"La ley no es sino una fuerza organizada que emplea la clase dirigente para conformar el orden social de manera que le sea favorable".
"Después de escalar una gran colina uno se encuentra sólo con que hay muchas colinas más que escalar".
"Nunca, nunca y nunca otra vez, debería ocurrir que esta tierra hermosa experimente la opresión de una persona sobre la otra".
"La mayor gloria no es nunca caer, sino levantarse siempre".

La palabra es poderosa, es capaz de cambiar la historia, es una fuerza transformadora de la realidad, y acompañada de una carácter invencible basado en el "nosotros", podremos construir el país que hemos soñado y que reclamamos "aquí y ahora" para nosotros, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Para siempre.



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