Quien conoce a los hombres es inteligente.
Quien se conoce a sí mismo es iluminado.
Quien vence a los otros posee fuerza.
Quien se vence a sí mismo es aún más fuerte.
Quien se conforma con lo que tiene es rico.
Quien obra con vigor posee voluntad.
Quien se mantiene donde encontró su hogar, perdura largamente.
Morir y no perecer, es la verdadera longevidad.
Quien se conoce a sí mismo es iluminado.
Quien vence a los otros posee fuerza.
Quien se vence a sí mismo es aún más fuerte.
Quien se conforma con lo que tiene es rico.
Quien obra con vigor posee voluntad.
Quien se mantiene donde encontró su hogar, perdura largamente.
Morir y no perecer, es la verdadera longevidad.
Un viaje de mil millas comienza con el primer paso.
El hombre realmente culto no se avergüenza de hacer preguntas a los menos instruidos.
Quien conoce su ignorancia revela la más profunda sabiduría.
Quien ignora su ignorancia vive en la más profunda ilusión.
El alma no tiene secreto que el comportamiento no revele.
El sabio se distingue sin exhibirse. Renuncia a sí mismo y jamás será olvidado.
Quien quiere humillar a alguien, debe primero engrandecerlo.
Cuando me despojo de lo que soy, me torno en lo que podría ser.
Para ganar conocimiento, agrega algo todos los días. Para ganar sabiduría, elimina algo todos los días.
Las grandes realizaciones son posibles cuando se da importancia a los pequeños comienzos.
El corazón del hombre puede estar deprimido o alterado. En cualquiera de los dos casos el resultado puede ser fatal.
Reacciona inteligentemente aún frente a un trato no inteligente.
La liberación del deseo conduce a la paz interior.
Es fácil borrar las huellas: difícil es caminar sin pisar el suelo.
Confucio 孔夫子 551 a. C. - 479 a.
Cuando tenía 15 años, puse mi corazón en el aprendizaje; a los 30, estaba firmemente establecido; a los 40 no tenía más dudas; a los 50 sabía el designio del Cielo; a los 60 estaba dispuesto a escucharlo; a los 70 podía seguir lo que mi corazón me indicaba sin transgredir lo que es correcto.
El sabio teme al cielo sereno; porque, cuando viene la tempestad, él camina sobre las olas y desafía el viento.
El hombre de bien exige todo de sí mismo; el hombre mediocre espera todo de los otros.
Elije un trabajo que ames y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida.
Lo que oigo, olvido. Lo que veo, recuerdo. Lo que hago, aprendo.
Saber qué es lo correcto y no hacerlo, es la peor cobardía.
La naturaleza de los hombres es la misma, sólo sus hábitos los separan.
No sólo son las hierbas las que sofocan al grano, sino la negligencia del cultivador.
No procuro saber las respuestas, procuro comprender las preguntas.
Cuando veas a un hombre bueno, intenta imitarlo; cuando veas a un hombre malo, examínate a tí mismo.
La música genera un tipo de placer del cual la naturaleza humana no puede prescindir.
Si examinamos los errores de un hombre, conocemos su carácter.
¿Me preguntas por qué compro arroz y flores?
Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir.
Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad.
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