Ser
padre o madre es el trabajo más difícil del mundo, ya que los niños no nacen
con manual de instrucciones. Esto quiere decir, que la mayoría de los padres
aprenden a serlo aplicando estrategias por ensayo-error, hasta que dan con
aquellas que les funcionan mejor. De modo, que es importante hacer una revisión
de estos dos últimos 12 meses, pero no hay que machacarse si parece que lo
podíamos haber hecho mejor.
A
continuación se presenta una lista de propósitos para que cada padre y madre
elija aquellos a los que sientan que deben prestar más atención para que
durante el año desarrollen su rol de progenitor de forma más efectiva:
1.
Se más consistente
Esto
quiere decir que debes establecer límites consistentes, incluso para los
adolescentes, aunque haya que estar dispuestos a negociar y ceder un poco de
terreno. Cuando los niños se niegan a cooperar o romper las reglas, actúa con
calma y razonablemente, en lugar de recurrir a medidas severas para
"enseñarles una lección".
2.
Evita regaños, gritos y recordar constantemente a los niños que cooperen
A
veces es mejor callarse que darles la lata constantemente. No es casualidad que
los padres que se repiten con frecuencia se quejen de la "sordera" de
sus niños, ya que estos simplemente hacen oídos sordos y sólo prestan atención
a lo que ellos quieren.
3.
Concéntrate en el comportamiento apropiado de los niños
Si
continuamente estás señalando la mala conducta de tus hijos y ves que no te
hacen ni caso, trata de ignorar las conductas inadecuadas tanto como sea
posible. Esfuérzate por desarrollar el hábito de “atrapar a los niños
portándose bien ". Al igual que los adultos, los niños responden mejor a los
comentarios favorables y es probable que terminen portándose bien, sólo para
llamar nuestra atención.
4.
Anima a los niños persistentemente
Se
ha estimado que los niños escuchan aproximadamente 17 comentarios negativos en
casa por cada muestra de alabanza o de aliento. La exposición a la crítica
continua y los comentarios negativos pueden tener efectos desastrosos sobre la
autoestima de los niños. Así que esfuérzate en celebrar sus logros.
5.
Pasa más tiempo con la familia
En
la sociedad actual, en la que los dos padres trabajan y los niños están
ocupados con el colegio y las actividades extraescolares, encontrar el tiempo
para que todos puedan estar en casa juntos es cada vez más difícil. Por eso es
importante dedicar al menos media hora al día para compartir experiencias, pero
que sea de calidad, no frente al televisor, ni mientras haces la compra del
supermercado.
6.
Tómate un descanso de vez en cuando y dedícate a ti mismo o a ti misma
Tomarse
algo de tiempo para uno mismo es una necesidad más que un lujo. Para ello,
puedes reorganizar las tareas domésticas, solicitar la ayuda de tu pareja,
familiares, o amigos.
7.
Pasa algún tiempo con tu pareja
No
importa si se trata de un fin de semana romántico o simplemente quedar para
tomar un café juntos una vez a la semana, pero eso sí, en ese tiempo trata de
no hablar de niños.
8.
Deja de echarte la culpa por todo
Seamos
realistas, los padres pueden encontrar un montón de motivos para sentirse
culpables, ya sea por dejar a los niños al cuidado de otras personas o por
haberse pasado con la última pena que se le ha puesto a la hija adolescente. No
se trata de que te vuelvas un irresponsable, sino de que aceptes que estás
aprendiendo a ser padre o madre con la práctica diaria, y cuando uno aprende,
se equivoca.
9.
Controla el tiempo que la televisión permanece encendida en casa
Si
siempre está encendida, es hora de que establezcas una serie de límites para su
uso. Diez horas por semana es una pauta razonable para los niños de cualquier
edad. Además, prueba a tener una noche libre de televisión y deja que los niños
realicen propuestas para hacer otras cosas.
10.
Comprueba el uso que tus hijos hacen de la computadora
Las
computadoras están reemplazando rápidamente a la televisión como niñera
electrónica en muchas familias. Para ser justos, los ordenadores tienen más
potencial educativo que la televisión, pero los niños los utilizan sobre todo
para jugar, a menos que reciban la asistencia y la dirección de los padres. Así
que de vez en cuando pregúntale a tu hijo sobre el último programa educativo
que ha utilizado o pídele que te muestre sus avances con él.
11.
Evita convertirte en el salvavidas de tu hijo
Evita
hacer cosas como pagar por él las multas de la biblioteca o realizar a
escondidas una tarea del hogar que tu pareja le encomendó. Este tipo de
conductas no ayudan a tu hijo, sino que le privan de la oportunidad de
desarrollar su independencia y su autonomía personal.
12.
Adopta una perspectiva sana acerca de la conducta de tu hijo o hija
Cuando
acaban de armarla tendemos a pensar que nuestros hijos son los peores del
mundo. Independientemente de cómo sea la conducta, si estás esforzándote en
controlar la situación terminarás consiguiéndolo. Es sólo cuestión de tiempo.
Después
de leer esta lista de propósitos seguro que has hecho una reflexión de tus
habilidades educativas como padre o madre. Es verdad que todas son deseables,
pero no te obsesiones con convertirte en un padre perfecto, en vez de eso,
trata de llegar a ser un padre o madre que aprende mientras educa a sus hijos.
Jenny
Guerra Hernández - www.PsicopedagogiaenCasa.com
Creadora
del sistema de psicopedagogía creativa.
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