sábado, 31 de enero de 2015

LA CONFRONTACIÓN POSITIVA

Es común encontrar en el ambiente laboral de las empresas colombianas una constante conocida como "el miedo a confrontar" por el temor a ser percibidos como antipáticos, a ser rechazados o incluso despedidos de la compañía. Ese miedo ha conducido a ver la confrontación como un enemigo que debe rehuirse, porque cuando se habla de confrontación, nos llegan imágenes que nos hacen pensar en que si uno confronta a alguien, las cosas empeorarán al crear ira y resentimiento en quien confrontan. Sin embargo, cuando la conducta de una persona es inadecuada, sea un colaborador o sea un jefe, "evitar la confrontación siempre empeora la situación". (John Maxwell, 2008). Evitar la confrontación es quitarse la oportunidad de aprender y crecer en el propio proceso de desarrollo.

La confrontación tiene tan mala fama en nuestra cultura colombiana porque no aceptamos la diferencia, porque pensamos que actuar como un solo cuerpo equivale a estandarizar los comportamientos y homologar a las personas bajo el mismo paraguas de los valores institucionales, reduciendo las individualidades y fomentando un comportamiento colectivo, estilo rebaño.

John Maxwell nos dice que "en su mejor forma, la confrontación es una situación de ganador a ganador. Nos hemos condicionado a creer que un conflicto produce siempre un ganador y un perdedor. Pero eso no tiene que ser cierto. Para producir la situación de ganador a ganador debemos encarar la confrontación con la actitud adecuada. Piense en ella como una oportunidad de ayudar a desarrollar a su personal. Nunca confronte en estado de enojo o con deseos de mostrar poder. Hágalo con respeto y con los mejores intereses de la otra persona en su corazón." Y nos da diez pautas que nos permite asegurarnos que seremos justos al hacer la confrontación, hélas aquí:

a. Enfréntese en cuanto pueda.
b. Separe a la persona de la acción errónea.
c. Confronte sólo cuando la persona pueda cambiar.
d. Bríndele el beneficio de la duda.
e. Sea específico.
f. Evite el sarcasmo.
g. Evite palabras como "siempre" y "nunca".
h. Diga a la persona cómo se siente acerca de lo que hizo mal.
i. Dé a la persona un plan de acción para solucionar el problema.
j. Ratifique al individuo como persona y amigo.

"La confrontación positiva es una señal segura de que alguien le importa". (John Maxwell).

miércoles, 28 de enero de 2015

EL LIDERAZGO EN LA FAMILIA

Hace un par de años tuve la oportunidad de participar en una conferencia dirigida a padres de familia por Mario Valdivieso, un reconocido conferencista educativo sobre el tema del liderazgo en familia.

 

Valdivieso resalta que la importancia del liderazgo en la familia radica en que todo grupo humano requiere líderes que guíen positivamente a sus miembros. Y en consecuencia, la fortaleza o la debilidad de un país se podrá medir mirando qué tan fuertes o débiles son sus familias. Estamos hablando entonces de que todo es un asunto de liderazgo familiar.

 

Al preguntarse acerca de ¿quién es un líder en casa? Valdivieso sostiene que un líder es un padre o una madre que vive en tiempo presente permanentemente, mientras que la mayoría, (que no son líderes), vive anclada en el pasado. Y un líder es también un padre o una madre que ayudan a crear sueños y a construir el futuro. Paul Meyer nos recuerda que “todo lo que vívidamente soñamos, ardientemente deseamos, creemos y emprendemos con entusiasmo, inevitablemente sucederá”.

Bien vale la pena preguntarse entonces: ¿qué sueños les estoy creando a mis hijos? Una buena forma de ayudarlos en este propósito es con un cuaderno de sueños; habla con tus hijos sobre el tema y regálales un hermoso cuaderno en el que quieran plasmarlos. La calidad de vida es directamente proporcional a la cantidad y grandeza de los sueños, y a la acción para realizarlos.

Este es un tema tan importante para las naciones que países como Dinamarca, Suiza, Suecia entre otros preparan a sus ciudadanos para triunfar. Japón descubrió lo más grande en lo más simple: “la palabra”, por lo que aprovechan cada oportunidad para decirle miles de veces a sus hijos “vas a triunfar”. ¿Qué podemos aprender de esto? Que nos corresponde fortalecer la fortaleza, y nunca fortalecer la debilidad. Crear en casa un ambiente fortalecedor forma personas que saben vivir bien. Y cuando uno vive bien no tiene temor a hacer lo que ama, e inevitablemente triunfará.

El liderazgo viene acompañado de poder, y según Valdivieso para que un padre o una madre pueda ejercer su función de liderazgo en la familia, debe tener claro que necesita un poder que le permita influir en su propia vida y en la de su familia, para llevar a cabo acciones excelentes. Por eso se dice, que mientras el jefe brilla, el líder ilumina. Y para iluminar necesita formarse y ejercitarse.
El ejercicio del poder sólo funciona con altas dosis de amor. Los gritos, el maltrato, la cantaleta no sirve. Cada grito y golpe acerca al consumo de drogas, al alcohol, a las pandillas y al fracaso. Estamos hablando de una clase de poder diferente de las que conocemos, porque no es un “poder sobre”, sino un “poder con”.
Valdivieso plantea que el papel del líder natural en el hogar se caracteriza por dos elementos: autoridad y control. Y sostiene que la autoridad es la capacidad de establecer orden, seguridad, confianza y límites; mientras que el control se refiere a conocer la red de amigos de los hijos, y no dejarlos solos en casa.

Estimado padre o madre en tus manos tienes dos elementos importantes: (a) el primero que consiste en ejercer tu rol de líder en casa incorporando la autoridad el control, y (b) el segundo, y más importante, eligiendo que tipo de poder quieres ejercer “poder sobre” o “poder con”. Los resultados son absolutamente divergentes. En tus manos está la decisión. ¿Qué pasaría si como líder ejerces tu “poder sobre” tus hijos? Y ¿qué pasaría si con tus hijos ejerces el “poder con”?

Independientemente de tu elección, “poder sobre” o “poder con”, el papel que tienes como líder es el de entregar lo mejor que a cada instante puedes entregar, porque si no, la factura del maltrato infantil la pagarás con creces.

Claro es que a ninguno nos dieron la cartilla para formar a nuestros hijos, ni para ejercer el liderazgo en casa. No te pedimos más de lo que puedes dar. Y por eso es esencial que te preguntes cada día “si hoy di lo mejor para dar en mi hogar”.
Valdivieso sostiene que “si quieres conocer cómo es un ser humano, míralo cómo es en casa”.

Si eliges ejercer “el poder con” podrás vivir de primera mano esta sentencia de Albert Schweitzer: “el ejemplo no es la principal forma de influir en los demás, es la única”. 

viernes, 23 de enero de 2015

HABILIDADES PARA PENSAR CRÍTICAMENTE (Parte 2)

En el artículo anterior “Habilidades para pensar críticamente” (Parte 1) accediste a herramientas vitales para crear valor en cualquier ambiente en el que te desenvuelvas. En la continuación de este artículo titulado “Habilidades para pensar críticamente” (Parte 2) presento un camino de cuatro pasos clave para generar un pensamiento crítico, creativo e innovador.
Accede a él en el siguiente link:

miércoles, 31 de diciembre de 2014

BALANCE AL FINALIZAR EL AÑO

Hoy finaliza 2014 y durante estos últimos días hemos estado haciendo nuestro balance del año, y pensando en los propósitos para 2015. Probablemente o posiblemente estarás con todas las personas que son importantes para tí. Es un buen momento de encuentro con nosotros mismos, y te quiero proponer que medites en torno a lo siguiente:

"Amas porque amas. No hay motivo para amar. No hay remedio, sino creación, porque construirás su unidad con el solo movimiento de sus corazones. Y su razón profunda al obrar será ese canto con el que los cargarás.

"Os traigo el gran consuelo; a saber: que nada hay que lamentar. Ni arrojar. Así decía mi padre:

"Si te lamentas de la herida sufrida, podrás lamentarte también por no ser o por no haber nacido en otra época. Porque tu pasado entero es sólo nacimiento de hoy. Es así y esto es todo. Tómalo como es y no desplaces las montañas. Son como son.

"Sólo importa la diligencia. Porque ella es la que dura y no el fin que es ilusión del viajero, cuando marcha de cresta en cresta como si el fin perseguido tuviera sentido. De igual modo, no hay progreso sin aceptación de lo que es. Porque si el litigio desgarra a alguno no le conviene buscar una paz precaria y de mala calidad por la aceptación ciega de uno de los dos elementos del litigio. ¿De dónde deduces que el cedro ganaría al evitar el viento? El viento lo desgarra pero lo funda. Mal sabio el que separa el bien del mal. Buscas un sentido a la vida, cuando ese sentido es, en primer lugar, llegar a ser uno mismo, y no ganar esa paz miserable que tiene hacia el olvido de los litigios. Si algo se opone a ti y te desgarra, déjalo crecer, que así afianzas raíces y te renuevas. !Bienvenido el desgarramiento que te impulsa al parto de ti mismo! Pues ninguna verdad se demuestra y se consigue con la evidencia. Y las que te proponen son arreglos cómodos y semejantes a drogas para dormir.

"Porque desprecio a los que se aturden para olvidar o que, simplificándose, ahogan, para vivir en paz, una de las aspiraciones de su corazón. Pues sabe que toda contradicción sin solución, todo irreparable litigio te obliga a agrandarte para absorberlo. Y, en el nudo de tus raíces, tomas la tierra sin rostro, y sus pedernales y su humus, construyes un cedro para la gloria de Dios. Y tú mismo, si quise agrandarte, empléate contra tus litigios: conducen hacia Dios. Es la sola ruta que existe en el mundo, y de esto proviene que el sufrimiento te engrandezca, cuando lo aceptas.

"Pero hay árboles de la ciudad que el viento de arena no amasa. Hay hombres débiles que no pueden superarse. Hacen su felicidad con una felicidad mediocre, luego de haber suicidado la parte noble. Se detienen en una posada para toda la vida. Han abortado de sí mismos. Y poco me importan qué es de ellos o cómo viven. Renuncian a escuchar la voz de Dios que es necesidad, búsqueda y sed inexpresable. No buscan en el sol como lo buscan en el espesor de la selva esos arboles que jamás lo lograrán como provisión o reserva porque la sombra de los otros ahoga cada árbol, persiguiéndolo en su ascensión, modelados como columnas, gloriosos y lisos, brotados del suelo y transformados en potencia por la persecución de su dios. Dios no se alcanza; pero basta que se proponga, para que el hombre se construya en espacio como un ramaje.

"Por esto debes despreciar los juicios de la multitud. Porque te vuelven a ti y te impiden engrandecerte. Llaman error a lo contrario de la verdad y tus litigios les parecen simples, y rechazan como inaceptables, puesto que son frutos del error, los fermentos de tu ascensión. Te desean, pues, encerrado en tus provisiones, parásito, saqueador de ti mismo y acabado. ¿Y qué necesidad te impulsará entonces hacia Dios, a fabricar tu cántico y a subir aún para alinear bajo tus pies el paisaje de la montaña en desorden, o salvar en ti el sol que no se gana de una vez por todas, sino que es persecución de todos los días?

"Déjalos hablar. Sus consejos parten de un corazón fácil que te desea dichoso. Quiere darte demasiado pronto esa paz que sólo ofrece la muerte cuando por fin uses tus provisiones. Pues no son provisiones para la vida, sino miel de abeja para el invierno de la eternidad.

"Y si me preguntas: ¿debo despertar a éste o dejarlo dormir para que sea feliz? Te responderé que nada sé de la felicidad. Pero si hay una aurora boreal, ¿dejarías dormir a tu amigo? Ninguno debe dormir si puede conocerla. Y, por cierto, ése ama su sueño y se envuelve en él, y sin embargo, arráncalo a su dicha y arrójalo fuera para que llegue a ser." (Antoine de Saint-Exupéry, 1978, pp. 144-146).

domingo, 28 de diciembre de 2014

La Educación que tenemos Roba a los Jóvenes la Conciencia, el Tiempo y la Vida

Me acaban de compartir esta interesante entrevista sobre la educación que los niños y los jóvenes de hoy necesitan.
"Cuando uno escucha a este psiquiatra chileno da la sensación de estar frente al Jean-Jacques Rousseau de nuestro tiempo. Cuenta que estaba bastante dormido hasta que en los años 60 se fue a vivir a EE.UU., allí fue discípulo de Fritz Perls, uno de los grandes terapeutas del siglo XX y formó parte del equipo del Instituto Esalen en California. Allí tuvo grandes experiencias en el mundo terapéutico y en el mundo espiritual. Contactó con el sufismo y se convirtió en uno de los introductores de Eneagrama en occidente. También bebió del budismo tibetano y el zen.

Claudio Naranjo ha dedicado su vida a la investigación y a la docencia en Universidades como Hardvard y Berkeley. Ha fundado el programa SAT, una integración de la terapia Gestalt, el Eneagrama y la Meditación para enriquecer la formación de profesores. En este momento está lanzando un aviso muy contundente: o cambiamos la educación o este mundo se va a pique.

-Dices que para cambiar el mundo hay que cambiar la educación ¿cuál es la problemática de la educación y cuál es tu propuesta?

-La problemática en la educación no es de ninguna manera la que a los educadores les parece que es. Creen que los estudiantes ya no quieren lo que se les ofrece. A la gente se le quiere forzar a una educación irrelevante y se defiende con trastornos de la atención, con desmotivación. Yo pienso que la educación no está al servicio de la evolución humana sino de la producción o más bien de la socialización. Esta educación sirve para domesticar a la gente de generación en generación para que sigan siendo unos corderitos manipulables por los medios de comunicación. Esto es socialmente un gran daño. Se quiere usar la educación como una manera de meter en la cabeza de la gente una manera de ver las cosas que le conviene al sistema, a la burocracia. Nuestra mayor necesidad es la de una educación para evolucionar, para que la gente sea lo que podría ser.

La crisis de la educación no es una crisis más entre las muchas crisis que tenemos, sino que la educación está en el centro del problema. El mundo está en una crisis profunda porque no tenemos una educación para la conciencia. Tenemos una educación que en cierto modo le está robando a la gente su conciencia, su tiempo y su vida. El modelo de desarrollo económico de hoy ha eclipsado el desarrollo de la persona.

-¿Cómo sería una educación para que seamos seres completos?

-La educación enseña a la gente a pasar exámenes, no a pensar por si misma. En un examen no se mide la comprensión, se mide la capacidad de repetir. ¡Es ridículo, se pierde una cantidad tan grande de energía! En lugar de una educación para la información, se necesitaría una educación que se ocupe del aspecto emocional y una educación de la mente profunda. A mi me parece que estamos presos entre una alternativa idiota, que es la educación laica y una educación autoritaria que es la educación religiosa tradicional. Está bien separar Estado e Iglesia pero, por ejemplo en España, han echado por la borda el espíritu como si religión y espíritu fueran la misma cosa. Necesitamos que la educación atienda también a la mente profunda.

-¿Cuándo hablas de espiritualidad y de mente profunda a qué te refieres exactamente?

-Tiene que ver con la conciencia misma. Tiene que ver con aquella parte de la mente de la que depende el sentido de la vida. Se está educando a la gente sin ese sentido. Tampoco es la educación de valores porque la educación de valores es demasiado retórica e intelectual. Los valores deberían ser cultivados a través de un proceso de transformación de la persona y esta transformación está muy lejos de la educación actual.

La educación también tiene que incluir un aspecto terapéutico. Desarrollarse como persona no se puede separar del crecimiento emocional. Los jóvenes están muy dañados afectiva y emocionalmente por el hecho de que el mercado laboral se traga a los padres y ya no tienen disponibilidad para los hijos. Hay mucha carencia amorosa y muchos desequilibrios en los niños. No puede aprender intelectualmente una persona que está dañada emocionalmente.

Lo terapéutico tiene mucho que ver con devolverle a la persona la libertad, la espontaneidad y la capacidad de conocer sus propios deseos. El mundo civilizado es un mundo domesticado y la enseñanza y la crianza son instrumentos de esa domesticación. Tenemos una civilización enferma, los artistas se dieron cuenta hace mucho tiempo y ahora cada vez más los pensadores.

-A la educación parece solo interesarle desarrollar la parte racional de la gente ¿Qué otras cosas podrían desarrollarse?

-Yo pongo énfasis en que somos seres con tres cerebros: tenemos cabeza (cerebro intelectual), corazón (cerebro emocional) y tripas (cerebro visceral o instintivo). La civilización está íntimamente ligada por la toma de poder por el cerebro racional. Con el momento en que los hombres predominaron en el dominio político, unos 6000 años atrás, se instaura esto que llamamos civilización. Y no es solamente el dominio masculino ni el dominio de la razón sino también de la razón instrumental y práctica, que se asocia con la tecnología; es este predominio de la razón instrumental sobre el afecto y sobre la sabiduría instintiva lo que nos tiene tan empobrecidos. La plenitud la puede vivir sólo una persona que tiene sus tres cerebros en orden y coordinados. Desde mi punto de vista necesitamos una educación para seres tri-cerebrados. Una educación que se podría llamar holística o integral. Si vamos a educar a toda la persona, hemos de tener en cuenta que la persona no es solo razón.

Al sistema le conviene que uno no esté tanto en contacto consigo mismo ni que piense por sí mismo. Por mucho que se levante la bandera de la democracia, se le tiene mucho miedo a que la gente tenga voz y tenga conciencia. La clase política no está dispuesta a apostar por la educación.

-La educación nos sumerge en un mar de conceptos que nos separan de la realidad y nos aprisiona en nuestra propia mente ¿Cómo se puede salir de esa prisión?

-Es una gran pregunta y es una pregunta necesaria en el mundo educacional. La idea de que lo conceptual sea una prisión requiere una cierta experiencia de que la vida es más que eso. Para uno que ya tiene el interés en salir de la prisión de lo intelectual, es muy importante la disciplina de detener la mente, la disciplina del silencio, como se practica en todas las tradiciones espirituales: cristianismo, budismo, yoga, chamanismo… Parar los diálogos internos en todas las tradiciones de desarrollo humano ha sido visto como algo muy importante. La persona necesita alimentarse de otra cosa que conceptos. La educación quiere encerrar a la persona en un lugar donde se la somete a una educación conceptual forzada, como si no hubiera otra cosa en la vida. Es muy importante, por ejemplo, la belleza. La capacidad de reverencia, de asombro, de veneración, de devoción. No tiene que ver necesariamente con una religión o con un sistema de creencias. Es una parte importante de la vida interior que se está perdiendo de la misma manera en que se están perdiendo los espacios bellos de la superficie de la Tierra, a medida que se construye y se urbaniza.

-Precisamente quería preguntarte tu opinión sobre la crisis ecológica que vivimos.

-Es una crisis muy evidente, es la amenaza más tangible de todas. Se puede prever fácilmente que con el calentamiento de la Tierra, con el envenenamiento de los océanos y otros desastres que están pasando, no vamos a poder sobrevivir tantas personas como las que somos ahora.

Estamos viviendo gracias al petróleo y consumimos más recursos de los que la tierra produce. Es una cuenta atrás. Cuando se nos acabe el combustible será un desastre para el mundo tecnológico que tenemos.

La gente a la que llamamos más primitiva como los indígenas tienen una forma de tratar a la naturaleza que no viene del sentido utilitario. En la ecología como en la economía y otras cosas, hemos querido prescindir de la conciencia y funcionar sólo con argumentos racionales y eso nos está llevando al desastre. La crisis ecológica sólo puede pararse con un cambio de corazón, verdadera transformación, que sólo la puede dar un proceso educativo. Por eso no tengo mucha fe ni en las terapias ni en las religiones. Solo una educación holística podría prevenir el deterioro de la mente y del planeta.

-¿Podríamos decir que has encontrado un equilibrio en tu vida a esas alturas?

-Yo diría que cada vez más, aunque no he terminado el viaje. Soy una persona que tiene mucha satisfacción, la satisfacción de estar ayudando al mundo en el que estoy. Vivo feliz, si se puede ser feliz en esa situación trágica en la que estamos todos.

-Desde tu experiencia, tu trayectoria y tu madurez, ¿cómo procesas el hecho de la muerte?

-En todas las tradiciones espirituales se aconseja vivir con la muerte al lado. Hay que hacerse a esa evidencia de que somos mortales y creo que el que toma la muerte en serio no será tan vano. No tienes tanto miedo a cosas pequeñas cuando hay una cosa grande de la cual preocuparte más. Yo creo que la muerte sólo puede superarla uno que en cierto modo muere antes de morir. Uno tiene que morir a la parte mortal, a la parte intrascendente. Los que tienen suficiente tiempo y vocación y que llegan suficientemente lejos en este viaje interior se encuentran tarde o temprano con su verdadero ser. Y ese ser interior o ese ser lo que uno es, es algo que no tiene tiempo y que le da a una persona una cierta paz o un sentido de invulnerabilidad. Estamos muy absortos en nuestra vida cotidiana, en nuestros pensamientos de alegría, tristeza, etc… No estamos en nosotros, no estamos atentos a quien somos. Para eso necesitamos estar muy en sintonía con nuestra experiencia del momento. Esta es la condición humana, estamos viviendo hacia el pasado y el futuro, el aspecto horizontal de nuestra vida. Pero poco atentos a la dimensión vertical de nuestra vida, el aspecto más alto y más profundo, eso es el espíritu y es nuestro ser y la llave para acceder es el aquí y ahora.

A veces vamos en busca del ser y a veces nos confundimos en la búsqueda de otras cosas menos importantes como la gloria."