Por: Michael Blanding
En: Harvard Business School| 17 de junio de 2015
Todos conocemos personas que parecen capaces de rendir a un nivel más alto que el resto. Además, todos hemos tenido momentos donde estamos funcionando a toda máquina y todo parece operar bien. Pero, ¿cómo lograr ese tipo de excelencia de una manera constante, día tras día?
La profesora de Harvard Business School (HBS), Frances Frei, ha explorado respuesta a esa pregunta desde hace años en el sector de comercio minorista. Sus indagaciones culminaron en su libro de 2012, Uncommon Service: How to Win by Putting Customers at the Core of Your Business[El Servicio Infrecuente: ¿Cómo ganar al poner a los clientes en el centro de su negocio?].
El semestre pasado en HBS, la profesora de Gestión de Servicios de la Fundación UPS aplicó esas lecciones a través de un nuevo curso para los estudiantes de MBA, "Why You Should Care: Creating the Conditions for Excellence (CCE)" [¿Por qué se debe cuidar la creación de las condiciones para la Excelencia], dictado conjuntamente por Frei, y la profesora titular y gurú sobre capital de riesgo, Amy Schulman. Juntas, Frei y Schulman, crearon un curso diferente a cualquier otro en la Escuela, un curso excepcional tanto por su profundidad práctica e intensidad personal. "Ni siquiera puedo expresarte lo excepcional que resultó tal experiencia," dijo Frei. "Nunca antes he recibido documentos de trabajos como este, nunca."
De acuerdo a la descripción del curso, "CCE explora cómo identificar y superar las barreras a la excelencia personal y profesional, las barreras que suelen ser contra-intuitivas tales como el enfoque en el logro individual."
La siguiente lección en el curso trató de la colaboración. Una vez que decida competir en el área particular de sus fortalezas, dijo Frei, se tiene que aprender a trabajar con otros para complementar sus debilidades. Ahí es donde la expertise de Schulman entra en juego. Como socia capitalista de la firma Polaris Partners, valorizada en $4,000,000,000 de capital de riesgo, y ex ejecutiva de Pfizer, Schulman ha trabajado en unos 90 países de todo el mundo.
"La clave para la creación de equipos colaborativos dentro de diversos ambientes, es encontrar estrategias que aumenten las métricas de valor, de modo que los individuos no están peleando por las tajadas del pastel fijo," dice Schulman. "Al llegar a personas con diferentes objetivos, se crea más valor para todos." La suma es mayor que las partes, en otras palabras.
Por otra parte, con el fin de asegurarse de que este tipo de colaboración sea exitoso, es importante cultivar el arte de la comunicación. "Es sorprendente lo liberador que es hablar de lo que realmente está pasando y sólo podemos hacer eso cuando nos arriesgamos a discutir lo indiscutible con gracia y atención," dice Schulman.
A los estudiantes se les enseña a aprender su tema tan a fondo que podrían explicarlo a un miembro de sus familias sin mayor antecedentes en el tema. "Muchas veces no necesitamos mejores ideas, sólo tenemos que enmarcarlas de manera más eficaz", dice Frei "Para describir algo de manera simple, debe entenderse profundamente."
El ambiente de clase permitió mucha introspección y reflexión sobre los casos discutidos. Schulman recordó la robusta discusión sobre ética y valores entre los estudiantes de ambas escuelas, HLS y HBS. Cada grupo reveló sus prejuicios hacia la otra profesión. "Lo que me resultó sorprendente fue la capacidad de los estudiantes para desafiar sus propias suposiciones, y discutir obviedades de una manera respetuosa sin dejar de ser confrontacional," dijo Schulman.
Ese examen de conciencia lleva a los estudiantes a crear proyectos individuales como expresión de su propia filosofía individual de excelencia. Frei y Schulman animan a los estudiantes a desarrollar su propia visión personal de lo que significa ser cuidadoso, y lo que sucede cuando no lo hacen. Por ejemplo, un estudiante armó un guión donde expresaba su propio credo personal a través de los personajes de la tira cómica Calvin y Hobbes. Otra escribió un ensayo personal sobre su lucha por superar su estereotipo como la "Chica tímida asiática." Otro estudiante, que venía del sector de comercio minorista, escribió una carta abierta a la tienda de ropa Abercrombie & Fitch sobre por qué "Es tiempo de cuidarse una vez más." Y un estudiante eligió hacer su propio videojuego sobre cómo tomar decisiones correctas en un entorno de trabajo. (Cuando Frei aparecía en el juego, "yo terminaba estando despedido.")
Uno de los proyectos más emocionantes de la clase, dice Frei, vino de un estudiante de Derecho que había pasado tiempo trabajando en la comisión de derechos humanos del país africano destrozado por la guerra donde fue criado. Él utilizó sistemáticamente el material del curso para criticar la hipocresía en la comisión, así como criticar a sí mismo por no tener los estándares altos suficientes. "Empecé a pensar que si las cosas se están haciendo en cierto modo en la comisión... no había necesidad de cambiar las cosas, escribió. "Yo toleraba más de lo que debería haber hecho." El estudiante terminó su ensayo con algunas sugerencias concretas sobre cómo reformar la comisión.
Al sacar a los estudiantes fuera de su zona de confort y ayudándoles a examinar sus propios valores personales en este curso, Frei y Schulman esperan haber hecho un cambio en ellos para mejor.
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