Zenger, Folkman y Edinger
(2010) son tres autores reconocidos por el best seller “The Inspiring Leader”, quienes
realizaron una investigación sobre cómo las emociones afectan la influencia que
los líderes tienen sobre sus equipos demostrando que las emociones son
poderosos conductores del comportamiento.
En la vida cotidiana podemos observar la veracidad de estos hallazgos, por ejemplo en el comportamiento de los equipos deportivos de alto rendimiento, recordemos apenas el año pasado a nuestra selección Colombia en la etapa clasificatoria al mundial de fútbol y su posterior desempeño durante el mismo.
En la vida cotidiana podemos observar la veracidad de estos hallazgos, por ejemplo en el comportamiento de los equipos deportivos de alto rendimiento, recordemos apenas el año pasado a nuestra selección Colombia en la etapa clasificatoria al mundial de fútbol y su posterior desempeño durante el mismo.
En su
investigación Zenger y sus colegas nos recuerdan que hay más de 500 estudios
realizados en las últimas dos décadas que han puesto de manifiesto los
beneficios que trae una mentalidad optimista cuando queremos obtener logros
superiores en cualquier entorno ya sea el trabajo, la escuela o los deportes.
De acuerdo
con ellos, el optimismo ha permitido distinguir a las personas de alto
rendimiento de las que tienen bajo rendimiento en diferentes actividades del
ser humano; y nos traen a colación ejemplos en diferentes ámbitos: en los
deportes, el optimismo predice el desempeño entre un grupo de nadadores que se
encuentran clasificados en un ranking; en el ámbito académico, el optimismo predice los
estudiantes que se graduarán como profesionales de los que desertan; y en el
mundo de los negocios, el optimismo permite predecir la productividad en las
ventas entre los vendedores en prácticamente todas las industrias.
Estudios
previos sobre el tema han podido demostrar en industrias como las
telecomunicaciones, los bienes raíces, los productos de oficina, las ventas de
automóviles, la banca y otros que los optimistas venden más que los pesimistas
entre un 20 y un 40 por ciento. La clave está en la persistencia para superar
la adversidad.
Por otro lado, estos
investigadores encontraron que existen 6 grupos de comportamientos únicos que
los líderes utilizan para conectar con su grupo, y que se expresan en cuatro
capacidades: ser entusiasta, ser visionario, involucrar a los demás y conducir a
los demás, y dos aptitudes: experticia, y ser una persona de principios. El uso de estas capacidades y aptitudes por parte de los líderes en diferentes estudios ha confirmado que éstos pueden
utilizar una amplia variedad de formas para inspirar y motivar a los demás.
Las tres principales conclusiones del estudio acerca de las emociones son las siguientes:
1. Las emociones
son el "interruptor" que conecta el líder con el grupo. Esto
significa que si quieres ser una persona más inspiradora tienes la tarea de “ser”
más cómodo en el mundo de las emociones, los sentimientos y los estados de
ánimo.
2. Las emociones
son extremadamente contagiosas. El efecto de las emociones de un miembro de un
grupo tiene un efecto inconsciente en el estado de ánimo de los demás miembros
del grupo; y esto aplica tanto para los estados de ánimo "negativos"
como "positivos".
3. El efecto del
estado de ánimo. Teniendo en cuenta que el estado de ánimo es contagioso, es
importante considerar el efecto del estado de ánimo en el rendimiento. Algunos
autores se centran en la idea de que los estados de ánimo "positivos"
tienen un efecto positivo en el rendimiento, pero por el contrario, un estado
de ánimo "negativo" también puede afectar el rendimiento.
Es claro que los líderes
afectan el estado de ánimo del grupo. Otro estudio acerca de la influencia del
contagio del estado de ánimo de un líder de grupo en los miembros del grupo probó
que el estado de ánimo positivo del líder influyó positivamente a los miembros
del grupo, tanto a nivel individual como colectivo; lo mismo se constató con el
líder con estado de ánimo negativo. Por tanto, el estado de ánimo positivo del
líder tiene una influencia posterior en la coordinación del grupo y en el
esfuerzo del grupo.
Finalmente, del estudio se puede concluir que: “nos guste o no, las emociones juegan un papel importante en todos los aspectos de nuestras vidas. Ellas impactan fuertemente nuestra propia productividad y el rendimiento. Las emociones de una persona son altamente infecciosas para todos los que entran en contacto. Los líderes que reconocen el poder de hacer una conexión emocional con sus asociados pueden magnificar su impacto. (Zenger, Folkman y Edinger, 2010, p. 3).
Finalmente, del estudio se puede concluir que: “nos guste o no, las emociones juegan un papel importante en todos los aspectos de nuestras vidas. Ellas impactan fuertemente nuestra propia productividad y el rendimiento. Las emociones de una persona son altamente infecciosas para todos los que entran en contacto. Los líderes que reconocen el poder de hacer una conexión emocional con sus asociados pueden magnificar su impacto. (Zenger, Folkman y Edinger, 2010, p. 3).
¿Qué podemos aprender de
los resultados de la investigación presentada? En primera instancia quiero
invitarte a que te mires en el espejo, y te encuentres ahí sólo con tus
emociones, ¿qué vas a hacer con ellas para ser un líder inspirador en tu casa,
en tu trabajo y con tus amigos? Ya conoces lo que puedes llegar a construir o
destruir. La decisión es tuya. Y en segunda instancia, a que tomes conciencia
del impacto que generan tus emociones positivas y negativas.
Si eres maestro de vocación y no docente de profesión sabes el gran impacto que generan tus emociones en tus discípulos. Si eres padre o madre conoces la influencia poderosa de tus palabras y acciones en tus hijos. Si eres jefe has visto o por lo menos sentido lo que producen tus reacciones emotivas en las personas a tu cargo. Las emociones son tan poderosas que te pueden conectar o desconectar con la gente que espero te importe, porque “tú no eres lo que haces” sino lo que “eres como persona”, eso es lo que cuenta. Interésate por “ser”, esa es tu misión como ser humano.
Si eres maestro de vocación y no docente de profesión sabes el gran impacto que generan tus emociones en tus discípulos. Si eres padre o madre conoces la influencia poderosa de tus palabras y acciones en tus hijos. Si eres jefe has visto o por lo menos sentido lo que producen tus reacciones emotivas en las personas a tu cargo. Las emociones son tan poderosas que te pueden conectar o desconectar con la gente que espero te importe, porque “tú no eres lo que haces” sino lo que “eres como persona”, eso es lo que cuenta. Interésate por “ser”, esa es tu misión como ser humano.