jueves, 18 de diciembre de 2014
MAESTRO, ¿PARA QUÉ DAS CLASE?
“Por esto hice venir a los
educadores y les dije: No estáis encargados de matar al hombre en los pequeños,
ni de transformarlos en hormigas para la vida en el hormiguero. Porque poco me
importa que el hombre esté más o menos colmado. Lo que me importa es que sea
hombre. No pregunto primero si el hombre será o no feliz, sino qué hombre será
feliz. Y poco me importa la opulencia de los sedentarios saciados, como del
ganado en el establo.
“No lo colmaréis de fórmulas
vacías, sino de imágenes cargadas de estructuras.
“No los llenaréis de
conocimientos muertos. Sino que les forjaréis un estilo para que puedan asir.
“No juzgaréis de sus
aptitudes por su aparente facilidad tal o cual sentido. Porque quien va más
lejos y logra mayor éxito es el que más ha trabajado en contra de sí mismo. En
primer lugar, pues, tendréis en cuenta el amor.
“No insistiréis sobre el
uso. Sino sobre la creación del hombre, a fin que éste cepille su tabla en la
fidelidad y el honor, y la pulirá mejor.
“Enseñaréis el respeto,
porque la ironía es del cangrejo, y olvido de rostros.
“Lucharéis contra los lazos
del hombre con los bienes materiales. Y fundaréis al hombre en el niño
enseñándole el cambio en primer lugar; porque, fuera del cambio sólo hay
endurecimientos.
“Les enseñaréis la
meditación y la plegaria porque con ellas se dilata el alma. Y el ejercicio del
amor. Porque, ¿quién lo reemplazaría? Y el amor de sí mismo es lo contrario del
amor.
“Castigaréis en primer
término la mentira y la delación, que ciertamente pueden servir al hombre y en
apariencia a la ciudad. Pero solamente la fidelidad crea los fuertes. Porque no
puede haber fidelidad en un campo y en el otro. El que es fiel siempre es fiel.
Y no es fiel quien puede traicionar a su camarada de labor. Necesito una ciudad
fuerte, y no asentaré su fuerza en la podredumbre de los hombres.
“Enseñaréis el gusto de la
perfección porque toda obra es una marcha hacia Dios y no puede acabarse sino
con la muerte.
“No enseñaréis en un
principio el perdón y la caridad. Porque podrían ser mal comprendidos y ser
mero respeto por la injuria y la úlcera. Pero enseñaréis la maravillosa
colaboración de todos a través de todos y a través de cada uno. Entonces el
cirujano se apresurará a través del desierto para reparar la simple rodilla de
un peón. Porque se trata de un vehículo. Y ambos tienen el mismo conductor.”
Ahí tienes una lista de
chequeo, ¿cómo te fue?
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