Para los bachilleres de la promoción 2014.
Dos autores que ustedes no
conocieron Ricardo Cuadrado y Serafín Martín escribieron hace unos treinta años
un libro maravilloso titulado "opciones para adolescentes", que tuve la
fortuna de conocerlo siendo aún adolescente. En este día tan especial para ti,
quiero ofrecerte unas palabras para el camino, que se titulan "Opto por
Ser alguien" y que han sido tomadas y adaptadas para esta ocasión del
libro que te acabo de mencionar.
Hace apenas unos años
entraste al colegio de la mano de tus papás, y hoy nuevamente te vas de la mano
de ellos. Llegaste con pocas o muchas expectativas, y hoy te vas con un
equipaje que te preparó no sólo para la universidad, sino que te preparamos
para la vida. Esa vida que tú quieres vivir con intensidad se puede resumir en
dos palabras: "Ser alguien". Y de eso te quiero hablar, porque es tu
última lección.
“Ser alguien” es la más
importante aspiración de cualquier ser humano. Recuerdo las palabras de tantos
padres de familia que han pasado por la rectoría diciéndome, quiero que el paso
de mi hijo por el colegio deje en él una huella, lo prepare para ser alguien
con valores, ser alguien con ganas de dar lo mejor, etc. Quieres “ser alguien”
porque deseas ser tenido en cuenta, ser conocido, ocupar ese puesto y ese rol
que te corresponde en el gran teatro del mundo. Hoy te estás graduando como
bachiller y tienes conciencia de tu "yo", de tus cualidades y
valores, y lógicamente lo demuestras con gestos y actitudes que no siempre
están de acuerdo con la mentalidad de muchos mayores. Quieres decir a cuantos
te rodean que no quieres ser un número en esta sociedad masificada que tanto
puede despersonalizar.
Hoy puedes ver con claridad
que solamente tienes dos alternativas "ser algo o llegar a ser
alguien". Conformarte con ser un objeto con el que todos juegan, se
divierten y se aprovechan y luego lo abandonan, o luchar por ser alguien, a
quien todos valorarán y respetarán. Debes elegir entre ser objeto o ser
alguien, pues nadie podrá hacer tu elección.
Querido bachiller conseguir
"ser alguien" es tu gran tarea, es tu gran empresa, de la cual tú
eres su protagonista. Esta empresa no se lleva a cabo con meros deseos, sino
con hechos y con un esfuerzo diario y permanente. Llegar a "ser
alguien" no lo conseguirás en un día. Lleva tiempo y tiene sus exigencias.
Ser alguien exige:
Primero; tener claro el
proyecto de hombre/mujer que quieres ser; y para alcanzarla necesitas un camino
que te conduzca a él. Hoy sales del mundo protector del colegio. La sociedad
actual te ofrece muchos proyectos de hombre o mujer que puedes llegar a ser.
Desde un hombre o mujer materialista, hedonista, egoísta, que solamente cuenta
para él lo material, el dinero y el sexo, hasta el hombre o mujer abiertos a la
amistad, a la acogida, a la disponibilidad, a hacer felices a los demás, a
tratar a los otros como "algo sagrado". También está a la mano el
proyecto de hombre o mujer de la sociedad actual que consiste en huir de
cualquier compromiso de cara a los demás y que se conforma con una postura de
pasividad ante todo. Como puedes ver querido bachiller existen muchos proyectos
de hombre o de mujer. Lo que está claro es que desde la pasividad nunca
llegaréis a ser alguien que deje huella en este pasar por el mundo. La persona
pasiva vegeta en este mundo. Pero para llegar a ser alguien hay que vivir la
vida intensa y profundamente.
Segundo, ser alguien
exige ser fiel a una escala de valores. Es lógico que a tu edad no tengas
una total y acertada escala de valores, esa escala que va a definir y
configurar tu personalidad madura. Pero debes tomar conciencia de los valores
que necesitas para llegar a ser ese tipo de hombre o de mujer que sueñas ser.
La sinceridad, lealtad, constancia, entrega, compromiso, responsabilidad,
alegría, libertad, diálogo, aceptación de los demás, comprensión, comunicación
interpersonal, colaboración, sentido de honor,... pueden ser una escala de
valores para que llegues a ser alguien. Pero no basta tener esta escala de
valores. Es preciso que seas "fiel" un día y otro a ellos. Dicha
fidelidad no siempre te va a ser fácil en la actual sociedad. Los que desean
ser fieles a su escala de valores, pronto serán marginados. Sólo perseverando
llegarás a ser alguien.
Tercero, ser alguien exige
sacrificio. Sin sacrificio no llegarás a ser alguien. Los deseos y proyectos
que estás a punto de emprender no solamente se convierten en realidad a través
de la constancia y la lucha. Para llegar a la meta deseada sólo se llegará por
un camino. Por lo mismo tendrás que renunciar a otros muchos que te hablan de
mundos fantásticos y atractivos, "porque de eso tan bueno no dan
tanto". Para hacer dicha renuncia se te exige sacrificio. Llegar a ser
alguien es una meta apasionante. Pero el camino que conduce a ella está lleno
de dificultades. Por eso tienes que convencerte que para llegar a la cima de
ser alguien necesitas constancia, coraje y sacrificio diario, pilares acertados
para triunfar en la vida, pero muy mal vistos por algunos jóvenes de hoy.
Con todo, debes ser alguien
en la vida, porque has sido creado a imagen y semejanza de Dios y eres el rey
de la creación, ya que todas las cosas pueden estar a tu servicio. Porque
tienes el deber de dominar y transformar la creación. Con tu inteligencia debes
hacer nueva cada día, la creación, que es una obra inacabada. Todos ustedes son
bautizados y por ese signo han sido incorporados al Señor de la Vida. Tú eres
parte de la humanidad nueva y tienes la misión, si decides aceptarla, de
revestirte de ese hombre nuevo para ser alguien y dejar tu huella en la
historia de la humanidad. Esa es la tarea humana más fundamental y esperamos
haber contribuido a ello en todos estos años maravillosos en los que te vimos
crecer y hacerte un hombre, una mujer.
El mundo está ahí afuera
esperándote. Y tú, ¿qué vas a hacer? Mostrarle en tus decisiones diarias que
eres alguien, que eres capaz de actuar siempre como una persona sin preocuparte
del "qué dirán"; que quieres obrar según tus convicciones, sin hacer
caso a lo que los demás "dicen o hacen"; que eres capaz de llegar a
ser lo que quieres, partiendo siempre de tus cualidades y talentos; que vas a
colaborar activamente en solucionar los problemas de los que te rodean, pues
así serás alguien y no algo; que aprendiste a defender tus propios criterios
por encima de todo y ante todos; que cuando luchas por esos valores estás
forjando tu identidad personal; que eres capaz de dirigir tu propia vida y
lanzarla a sus mejores alturas; que tienes la única preocupación de dar sentido
y realizar a los demás; que puedes ocupar el puesto y hacer el papel que Dios
te ha asignado en este gran teatro del mundo; si eres capaz de ser siempre tú
mismo, tendrás razones para sentir la alegría de vivir.
Hoy
estás en la pista de despegue hacia el camino que has elegido, y quiero para ti
un buen viento, y que el Señor de la Vida te sea propicio do quiera que vayas.