Te ha sucedido que externamente
todo va extremadamente bien, pero internamente no? Por supuesto, me refiero a
situaciones cotidianas vividas por personas como tú o como yo, y no a
situaciones extremas que podría vivir en algún momento cualquier persona.
Entonces
me di a la tarea de profundizar en esa sensación de insatisfacción personal, en
ocasiones momentánea, mientras que en otras, el período de insatisfacción puede
llegar a ser bastante prolongado. Y en este ejercicio de búsqueda de alguna
solución me he encontrado con un concepto revolucionario propuesto por la
Psicología Positiva, que se dedica en palabras de Tal Ben-Sharar (el gurú de la
felicidad), al estudio científico del funcionamiento humano óptimo, la ciencia
de la Felicidad.De acuerdo con los postulados de la Psicología Positiva, esta es una ciencia que me enseña a ser feliz. ¿De qué se trata? Ben-Sharar explica que los grandes éxitos de la Psicología Positiva son los siguientes:
1. El Permiso para Ser Humanos. Esto significa experimentar el período completo de las emociones, porque sólo así podremos experimentar emociones positivas. Todo el flujo de emociones va a través de la misma tubería emocional. Cuando bloqueamos el flujo de un conjunto de emociones, sin darnos cuenta, también bloqueamos el conjunto de las otras emociones, las positivas. Al bloquear las emociones dolorosas, simplemente se intensifican y nos impiden a menudo experimentar emociones positivas. Un claro ejemplo es este: Si a ti te dicen que no pienses en algo que te afecta, no solo no puedes lograrlo, sino que se intensifica. Nos encontramos ante una paradoja. Lo cierto es que cuando aceptamos estas emociones dolorosas, es cuando se debilitan.
De niños nos damos el permiso de ser humano, pero luego llegamos a cierta edad, cuando damos importancia a mostrar una imagen a los demás y decimos: "Bien no puedo mostrar estas emociones", es algo malo, lo ignoramos, lo suprimimos y pagamos un precio. Necesitamos un lugar en nuestras vidas con aceptación incondicional, un lugar donde nos demos el permiso para ser humanos. Cuando nos damos la libertad para experimentar toda la gama de emociones humanas, estamos siendo humanos. Darte el permiso para ser humano, es permitir que la ansiedad y el nerviosismo fluyan a través tuyo.
Las emociones dolorosas son tanto parte de la naturaleza humana, como la Ley de la Gravedad es parte de la naturaleza física, y por tanto no podemos negarlas. Sin embargo, se acepta esta última y se rechaza la primera, pagando un precio muy alto por ello.
Hablar de aceptación incondicional y de la autorización para ser humanos, no significa resignación pasiva, sino aceptación activa de la emoción dolorosa y luego elegir el curso de acción más apropiado. Cuando no acepto las emociones, éstas me controlan; si no acepto que a veces me enojo o me da envidia, entonces empiezo a ver la ira y la envidia en todo, a pesar de que no están allí.
¿Nos damos a nosotros mismos y a los demás (familiares, estudiantes, amigos, colegas) el permiso de ser humano? Esta es la base del pilar más importante de una vida feliz y plena. (Continuará...)
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