Para que los padres puedan intentar
estrategias para comunicarse con sus hijos, es necesario primero que ellos
mismos mejoren sus habilidades para comunicarse.
Muchas
veces los padres manifiestan: “Mis hijos jamás me cuentan lo que hacen”.
Por
otro lado una queja muy común entre los niños (as) y adolescentes es: “Mis
papas no me comprenden”.
Ambos
grupos generacionales se sienten dolidos, resentidos, dejados de lado. Sin
embargo, ni los más jóvenes, ni los adultos suelen preguntarse qué es lo que
podrían hacer para establecer una verdadera comunicación asertiva entre ellos.
Pero los padres dicen que sí se comunican con sus hijos, y para ellos
“comunicarse” consiste en llamarles la atención, ordenar, pedir, criticar,
amenazar, ridiculizar...
Ejemplo:
“Tráeme la escoba”
“anda a la bodega y compra azúcar”
“¡Hay
Juan! Lloras como una niña... cállate ya, ¿qué van a decir los vecinos?
Más
bien conversar con el niño sobre cómo se siente el niño, cómo le fue en la
escuela, o para contarle sobre algún suceso, para escucharlo. Ejemplo:
“Tienes cara de triste Juan ¿ha pasado algo que
quieras contarme?”
“¿Qué
hicieron en la escuela hoy día?...dibujaron, expusieron, ¿qué más?
Los
padres no deben solamente indicar lo que el niño “tiene que hacer” en un
momento determinado, sino establecer oportunidades para dialogar con sus hijos
y comunicarles verbal o no verbalmente que los aman y los valoran.
Algunos
padres dirán que sus hijos no hablan, que no saben expresarse, que no les
entienden cuando hablan o piden algo.
Para
que los padres puedan desarrollar las habilidades comunicativas de sus hijos,
deben prestar atención a las posibilidades de comunicación que tienen sus
hijos, pueden recurrir a estrategias para mejorar las habilidades comunicativas
mientras juegan juntos, preparan los alimentos, ayudan a limpiar, durante la
hora de la comida, a la hora de bañarse o de acostarse.
Durante
las actividades de la vida cotidiana se dan muchas oportunidades para
interactuar con los hijos, y vale la pena el esfuerzo porque de ello depende el
desarrollo emocional e intelectual de sus hijos.
Los
hijos podrán expresar sus sentimientos si saben que van a ser escuchados y no
van a ser puestos en ridículo. Para ello deben sentir que son amados y
apreciados. Por eso hay que evitar expresiones que bajan la autoestima como:
“tú eres el que siempre causa problemas”, “nunca vas a dejar de fastidiar”.
Algunas
estrategias en el trabajo con padres de familia.
1. Escuchar reflexivamente
Para
que el niño sienta que es comprendido y a la vez para ayudarlo a reflexionar
sobre algún problema que tenga.
Ejemplo:
Hijo:
“ ¡Pedro siempre me pega!, no quiero verlo más”.
Papá:
“Estás muy molesto con Pedro y ya no quieres jugar con él”.
De
esta manera se acepta los sentimientos del niño sin emitir juicios de valor.
Cuando
el niño expresa sus sentimientos el padre debe:
Pensar
¿qué es lo que siente el niño?
Buscar
una palabra que exprese esa emoción; y.
Poner
la palabra en una frase.
En
el ejemplo anterior el proceso sería así:
¿Qué
es lo que siente mi hijo?
¿Está
muy fastidiado, muy molesto?
“Estás
muy molesto con Pedro y ya no quieres jugar con él”
A
veces los hijos no expresan con palabras sus sentimientos, entonces los padres
deben tratar de interpretar sus gestos y actitudes.
Ejemplo:
Madre:
“esa sonrisa tan grande me dice qué estás muy contenta”
Para
algunos padres será difícil en un principio recurrir a este tipo de estrategia,
pero luego se convierte en algo natural o familiar, y llegará a comprender que
el fin es el niño se sienta respetado y que las relaciones mejoren entre ellos.
2. Los “Mensaje –
YO”
Si
los padres utilizan el castigo con ira para relacionarse con su hijo, lo que
lograrán será reforzar el deseo de poder o de revancha del hijo. El niño se da
cuenta qué es lo que le molesta a los padres y sabe cómo llamar la atención.
Además, la posibilidad de comunicarse se pierde y el hijo se pone a la
defensiva.
“La
conducta imprudente o torpe de los padres, puede hacer de un niño un obstinado,
un irresoluto, un celoso violento, un desobediente, un vengativo, un
indiferente” Aguayo (1945, p. 19)
3. Explorar alternativas para
resolver problemas
“El
castigo no es un solo un problema de maltrato físico, sino que es una forma
autoritaria de relación y comunicación con el niño y sienta las bases para
actitudes y comportamientos futuros, como son la falta de identidad con el
país, la desesperanza de los jóvenes, la falta de autoestima y la violencia”
Guerrero (1991)
Pasos
para resolver problemas.
-Tratar de entender cómo se siente el niño
o cómo ve las cosas a través de la escucha reflexiva.
-Pensar posibles soluciones a través de la
lluvia de ideas.
-Ayudar al hijo a elegir entre las
alternativas de solución y conversar con él sobre los resultados posibles.
-Obtener un compromiso de parte del hijo y
de los padres (hacer un plan), ¿qué es lo que se va a hacer? ¿cuándo lo hará?
Etc.
-Decidir cuándo se va a evaluar, cuánto
tiempo se conversará sobre el resultado de la solución propuesta.
Para
solucionar problemas no se trata solamente de que el hijo cambie, también los
padres deben plantearse si ellos están fallando, y qué necesitan cambiar.
“Una
mirada de aprobación, una palabra de aliento o de encomio serán en sus
corazones como rayos del sol que muchas veces harán feliz el día” White, G.
(1964, p.169).
4. Establecer
diálogos
Es
conveniente hablar al niño a un nivel ligeramente más avanzado de un tema de su
interés, para incrementar su vocabulario y sus estructuras gramaticales
Los
padres de familia pueden hablarles a sus hijos sobre lo que están haciendo o
sobre lo que el niño hace. En algunos casos, los padres ampliarán la frase del
niño y/o harán un comentario.
Ejemplo:
si el niño dice “perro grande” el padre puede ampliar diciendo “Sí, tienes un
perro grande y bravo” o hacer un comentario al respecto “te gusta mucho jugar
con tu perro grande”.
Para
fomentar la expresión del niño, los padres deben prestarle atención y tener
paciencia. Por otro lado si se reducen las órdenes se le da posibilidad al niño
de hablar.
Cuando
los niños hablen hay que escucharlos sin interrumpirlos y en lo posible
comentar sobre lo que dicen.
Autora: Paula Choquehuanca
Universidad Peruana Unión. El artículo se encuentra
en: http://www.tagnet.org/autores/monografías/mono.htm
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