En el día de hoy les quiero presentar
a ustedes el maravilloso mensaje de gratitud que hemos recibido de Yeni
Elizabeth, mamá de Luis Alejandro. Quienes hemos elegido la vocación de
ser profesor, ser maestro, nos movemos en el mundo de la Palabra; y cuando
recibimos palabras como éstas, sentimos que no nos hemos equivocado de
elección.
Gracias queridos maestros y maestras por
aportar en la construcción de mejores seres humanos, su trabajo como el de
miles de maestros de todos los rincones del mundo tiene un eco enorme en el
Cielo.
A continuación las palabras de Yeni
(publicadas con su autorización)
Este comunicado tiene prioridad ALTA
y ya fue RESPONDIDO
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ENVIADO
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28-11-2012 05:54 PM
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DE
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Yeni Elizabeth Ferreira Martin
Padre o acudiente de Luis Alejandro Bravo Ferreira (Segundo) |
ENVIADO A
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ASUNTO
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Saludos
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El período que comenzó en Febrero toca su
fin. Durante este intervalo de tiempo hemos tenido tiempo de ver cómo crecían,
en todos los sentidos, nuestros hijos. Éstos ya no son los mismos que eran hace
10 meses. El colegio ha aportado su granito de arena y, concretamente, el
trabajo que han hecho los profesores con ellos durante todo el año ha sido espectacular.
Todos
sabemos por experiencia lo difícil que es educar a nuestros hijos. Respetar su
personalidad mientras ponemos límites y normas, sacar lo mejor de sus virtudes
y minimizar sus defectos, enseñarles los valores que creemos fundamentales,
darles un ejemplo. Realmente todos reconocemos que la educación es más
complicada de lo que creíamos en un principio.
Por
eso nos parece justo agradecer a los profesores y a todo ese personal tan
especial que labora en Mi
Lugar Preferido para Crecer,
ahora que acaba el curso, el trabajo que han hecho día a día con nuestros
hijos.
El
profesor no solo trasmite conocimientos. Llega a ser un tutor, en todo el sentido
de la palabra. Su labor formativa complementa nuestro trabajo como padres y,
por más que ésta sea su obligación, creemos que su involucración muchas veces
traspasa los límites de lo laboral. Muchos de ellos dejarán una profunda huella
en nuestros hijos, incluso sin ser conscientes de ello: les abrirán los ojos,
asentarán las bases de su personalidad, les animarán a volar.
Es
fácil encontrar en nuestros colegios profesores como el que representa Robín
Williams en la película “El club de los poetas muertos”. Muchos más de los que
sabemos reconocer. Cada uno con su aportación, con su estilo y con sus
circunstancias inciden en nuestros hijos añadiendo valor a su moldeable
personalidad.
Sabemos
que habrá opiniones para todos los gustos, pero, los que estamos contentos y
satisfechos con la educación que han recibido nuestros hijos. ¿Por qué no
hacerlo saber?
Quiero
darles las gracias desde lo más profundo de mi ser por hacerme sentir que estoy
dándole a mis niños la educación que para ellos soñé, mil gracias y que Dios y
la Virgen los bendiga a todos por ser personas tan especiales.
Aprovecho la oportunidad
para desearles a todos un Feliz
Navidad en unión de todos sus seres
queridos.
"A veces creemos que lo que hemos logrado es sólo
una gota en el océano. Pero sin ella, el océano estaría incompleto." Madre Teresa de Calcuta