Celebración del Día
del Idioma
La palabra IDIOMA viene del latín y del griego:
“Idios”, que significa propio, especial; y “ma”, que significa “realización”;
al unirlos en la palabra “Idioma” quiere decir “realización de lo propio”. Y
qué quiere decir realizar lo propio? Podría decirse que es un medio de
expresión de lo propio y particular.
La palabra LENGUAJE viene del latín “lingua”, que es
el órgano con el que comemos y hablamos. Esta palabra latina “lingua” aparece
estrechamente asociada al verbo “lingere”: lamer.
Un IDIOMA, un LENGUAJE, es un MEDIO para COMUNICAR lo
propio, para EXPRESAR mis pensamientos y sentimientos; y también para ACARICIAR
con la palabra a quien está a mi lado.
Decíamos que “lingere” es lamer, recuerda la acción
que realiza el perro cuando “lame” a su amo o cuando “lame” la herida que le
hicieron. Al lamer el perro la herida, la está curando; al lamer a su amo, lo
está acariciando.
Recuerda entonces IDIOMA, LENGUAJE es para COMUNICAR,
¿cómo? Haciendo dos cosas fundamentales:
EXPRESANDO LO PROPIO, LO QUE TÚ ERES; y
ACARICIANDO con la palabra al otro, SANANDO las
heridas que haya podido causar, intencionalmente o incluso sin darme cuenta.
En relación con esta primera función del IDIOMA
“Expresar lo propio”, el libro sabio, “La Biblia”, nos dice que “de la
abundancia del Corazón habla la boca”; también nos dice que “lo que sale de la
boca proviene del corazón, y eso es lo que contamina al hombre”; por tanto,
considera que “el corazón del sabio enseña a su boca y añade persuasión a sus
labios”.
Finaliza el libro sabio diciéndonos: “no salga de
vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación,
según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que
escuchan”.
Respecto a la segunda función del IDIOMA “Acariciar con la palabra”. El
LENGUAJE que tú usas puede ser “el oxígeno del alma” si así lo decides, porque
cuando cuidas tu corazón, tus palabras siempre serán alentadoras para quien te
escuche. Por esta razón querido amigo es tan importante acostumbrarse a hacer
comentarios positivos y elogiar a los demás; así como huir de aquellos a
quienes sólo se les oye su voz para quejarse de los demás, estas personas
sufren de “perotonitis”, el triste arte de ponerle “pero” a todo.
Tú eliges qué quieres hacer:
CUIDAR TU CORAZÓN del cual brotan manantiales de vida,
o NO HACERLO.
Si eliges el camino de CUIDAR TU CORAZÓN, tendrás
muchísimas oportunidades de mostrar tu aprecio y de poner en práctica este
fantástico principio de vida “corrige suavemente y recompensa FUERTEMENTE”.
¿Aceptas el reto?
Carlos Arturo Hoyos V.
Rector